Avión eléctrico propulsado por hidrógeno líquido tiene éxito en sus pruebas de vuelo

El uso de este combustible experimental es una opción en la difícil tarea de descarbonizar la aviación comercial

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Los resultados indican que el uso de hidrógeno líquido en lugar de hidrógeno gaseoso duplica el alcance máximo del avión HY4 de 750 km a 1.500 km.

La firma alemana H2FLY asegura haber completado con éxito el primer vuelo de un avión eléctrico impulsado por hidrógeno líquido. Esto, durante una prueba pionera a nivel internacional que buscaba demostrar que ese combustible no contaminante, es idóneo para ser usado en aeronaves.

Para los investigadores esta opción reduce el peso y el volumen del contenedor de combustible, lo cual se ve reflejado en un doble beneficio para los aviones al permitir aumentar su autonomía de vuelo y capacidad de carga.

Es importante aclarar que el equipo de expertos logró finalizar cuatro vuelos con su aeronave HY4, utilizada en servicios de transporte regional como taxi aéreo eléctrico y que en este caso incorporó un sistema de propulsión de pila de combustible eléctrica de hidrógeno líquido almacenado criogénicamente.

Y según su ficha técnica mide 7,4 m de largo, con un ancho de 21,36 m y un peso en vacío que ronda los 630 kg excluyendo la célula de combustible, batería y sistema de almacenamiento. Su velocidad de crucero es de 145 km/h.

Durante la jornada de demostración, el avión despegó de Eslovenia y uno de sus viajes duró más de tres horas.

Por qué hidrógeno líquido

Un avión prototipo de la firma alemana H2FLY. Tiene un motor eléctrico alimentado por una celda de hidrógeno líquido. (H2FLY)
Un avión prototipo de la firma alemana H2FLY. Tiene un motor eléctrico alimentado por una celda de hidrógeno líquido. (H2FLY)

H2Fly asegura que en comparación con el almacenamiento de hidrógeno gaseoso presurizado (GH2), el uso de hidrógeno criogénico licuado (LH2) ofrece una mayor eficiencia debido a que permite pesos y volúmenes de tanques significativamente menores.

De hecho, los resultados de los vuelos de prueba indican que el uso de LH2 en lugar de GH2 duplicó el alcance máximo del avión HY4, cuya autonomía de vuelo pasó de 750 a 1.500 kilómetros. Un resultado que para los investigadores marca un “un paso decisivo” para que el hidrógeno líquido se convierta en una opción libre de emisiones que propulse aviones comerciales de media y larga distancia.

Según el profesor Josef Kallo, cofundador de H2FLY, “ahora estamos pensando en ampliar nuestra tecnología, comenzando la misión crítica de descarbonizar la aviación comercial”. Mientras estimó que los primeros vuelos de aviones comerciales de 40 pasajeros con LH2 pueden esperarse a finales de esta década.

Nuevos sistemas de pila de combustible

La alemana H2FLY confirmó que completó con éxito la prueba de vuelo de un avión que usa un motor eléctrico con un sistema de propulsión abastecido por hidrógeno líquido. (H2FLY)
La alemana H2FLY confirmó que completó con éxito la prueba de vuelo de un avión que usa un motor eléctrico con un sistema de propulsión abastecido por hidrógeno líquido. (H2FLY)

Con la finalización de las pruebas de vuelo, la compañía se centrará en la comercialización de sus nuevos sistemas de pila de combustible H2F-175, los cuales serán capaces de proporcionar todo su rango de potencia en altitudes de vuelo de hasta 27.000 pies.

En 2024, abrirá su Centro de Aviación de Hidrógeno en el aeropuerto de Stuttgart, Alemania, el cual tiene como objetivo convertirse en un punto neurálgico para el futuro de la industria de la aviación europea. Esto al proporcionar instalaciones de integración de aviones de pila de combustible e infraestructura de hidrógeno líquido.

La firma está centrada en “soluciones de propulsión y repostaje de hidrógeno-eléctrico” y aspira a alcanzar una autonomía de 482 kilómetros en aviones de 9 a 19 plazas para finales de 2025, y de hasta 1.126 km en aviones de entre 40 y 80 plazas ya para 2027.

Un esfuerzo europeo

El uso de hidrógeno líquido es parte del proyecto europeo HEAVEN, que reúne a varias compañías aeronáuticas europeas, se creó para demostrar la viabilidad del uso de hidrógeno líquido criogénico en aviones.

Este consorcio está liderado por H2FLY e incluye a los socios Air Liquide, Pipistrel Vertical Solutions, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), EKPO Fuel Cell Technologies y Fundación Ayesa; y considera que “el hidrógeno es clave para la transición energética y este nuevo paso demuestra que ya se está convirtiendo en una realidad”.

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