La mayoría de los computadores actuales dejaron atrás los discos duros como método de almacenamiento y arranque, optando por las unidades de estado sólido o SSD que brindan muchos más beneficios y se ajustan a las necesidades actuales de los usuarios. Pero en medio de esa transición se han generado mitos, que algunos consideran reales y por eso siguen prefiriendo los discos antiguos.
Esto es algo habitual en la tecnología. Cuando una alternativa empieza a tomar fuerza, es normal que surjan dudas sobre su rendimiento y operación, que desencadenan en mitos que con el tiempo se van acabando.
Por eso aquí traemos cinco creen que hay al rededor de las unidades SSD para aquellos que están interesados en adquirir una o que su próximo computador tenga este sistema de almacenamiento, que es mucho más ágil que el tradicional disco duro.
Las SSD son más costosas
Este mito tiene su fundamento en una parte real. Cuando estas unidades de almacenamiento salieron al mercado eran más caras que los discos duros, teniendo en cuenta la capacidad de almacenamiento que ofrecían en ese momento.
Sin embargo, actualmente las unidades SSD ha ido subiendo su capacidad y su precio se ha ido reduciendo. Antes conseguir una con 1 TB de almacenamiento era casi imposible, hoy en día es posible comprarlas por 50 dólares en promedio.
Si bien no son productos baratos, el mercado cuenta con la variedad necesaria para que los usuarios escojan la que más les convenga y se ajuste a su presupuesto, sin tener que gastar una cantidad muy alta de dinero.
Se desgastan rápido
La preocupación por la vida útil de un dispositivo siempre está entre las principales preguntas de los usuarios y con las SSD surgió el mito de que se dañaban más rápido que los discos duros. Pero esto no es así.
Todas las unidades de almacenamiento tienen un número limitado de escrituras, es decir, la cantidad de veces que una persona puede guardar datos, borrarlos y volverlos a almacenar. Esto se mide en TWS y las unidades de estado sólido suelen tener rangos muy altos.
Por ejemplo, una SSD de 1 TB de capacidad cuenta con un TWS de 600 TB, esto quiere decir que para que se desgaste en cinco años la persona tendría que escribir en la unidad 328,8 GB de información diaria. Lo que da un tiempo de vida considerable para este tipo de productos.
Su único beneficio es ejecutar programas más rápido
Es verdad que las SSD ejecutan las aplicaciones a mayor velocidad, en comparación con los discos duros. Pero no es el único beneficio.
Estas unidades de almacenamiento reducen los tiempos de carga, hacen más ágil la transferencia de datos, son más eficientes energéticamente, producen menos calor y ocupan menos espacio en el ensamblaje del equipo.
Los datos se pierden si no se enciende el equipo constantemente
Los fabricantes están en la obligación de garantizar que los datos almacenados en una unidad SSD se conservan mínimo durante un año sin tener que encenderla, un tiempo considerable para cuidar la información y que derrumba el mito.
Es complicado pasar de un disco duro a un SSD
Cuando estas nuevas unidades de almacenamiento salieron al mercado era difícil hacer la transición por la composición interna de los equipos. Pero con el paso de los años esto ya no es así, los computadores están diseñados para adaptarse a cualquier tipo de unidad y el proceso no tiene mayores complicaciones.
Tanto en portátiles como en ordenadores de escritorio, las placas tienen los espacios adecuados para ubicar una SSD y realizar la configuración en minutos.