El presidente ejecutivo de la empresa que ha desarrollado el producto con el crecimiento más rápido de la historia, ChatGPT, no descarta la posibilidad de que la inteligencia artificial algún día pueda ponerse en contra de la humanidad.
De hecho, Sam Altman, siempre lleva consigo el equivalente a un maletín nuclear del presidente de Estados Unidos, Joe Bien, capaz de apagar todos los servidores que albergan su IA, en caso de un apocalipsis.
Se trata de su famosa mochila azul con la que el empresario e inversor de tecnología estadounidense, aparece cada vez que se desplaza o es visto en público.
La “mochila nuclear” de Altman
Según reportan varios medios especializados, en el interior de la maleta lleva aparentemente una computadora Mac con la capacidad de detener esta tecnología si sus intenciones se tornaran perversas.
Incluso, Business Insider se atreve a asegurar que Altman cree en el apocalipsis y está preparado para él.
Lo cierto es que el desarrollo de la inteligencia artificial es un territorio aún inexplorado y a muchos les preocupa que en algún momento esta tecnología logre ser más inteligente que el ser humano, incluido el CEO de OpenAI, que no ha ocultado sus temores por la amenaza que podría representar para el mundo.
Altman no sabe qué empleos desaparecerían por la inteligencia artificial
Uno de los miedos comunes con respecto al desarrollo de la inteligencia artificial es la posibilidad de que las personas puedan perder sus trabajos en el futuro.
Aunque muchos expertos indican con optimismo que la IA no causará tales efectos, Sam Altman, CEO de OpenAI, no considera que esta postura sea realista y piensa que incluso estos programas pueden ser peligrosos.
Altman asegura que la posibilidad de que la inteligencia artificial elimine trabajos reales no es lejana y que, además, puede suponer un riesgo para la humanidad si sus capacidades no son controladas o al menos reguladas.
Este sería el motivo por el que el ejecutivo estaría interesado en generar consensos con respecto a la regulación o control de las funciones de estos programas.
Parte de este control (aunque pueda parecer contradictorio), aseguró durante una entrevista reciente con The Atlantic, es el acceso que se le ha dado a las personas a este modelo.
“Si hubiésemos construido esto (ChatGPT) por cinco años más en la compañía, hubiésemos tenido algo mucho más impactante”, afirmó Altman.
Indicó que, de haber procedido de esta forma, los usuarios de todo el mundo se hubiesen visto afectados pues se limitaría la capacidad de prepararse o adaptarse a las “olas de cambio” que Altman describe como parte de los efectos de la aparición de la inteligencia artificial en la vida cotidiana.
Con respecto a los empleos, Altman considera que varios de ellos pueden verse afectados e incluso eliminados para ser reemplazados de forma permanente por la inteligencia artificial, aunque no se animó a estimar cuántas personas podrían quedar desempleadas.
Aun así, el CEO de la empresa indicó que se crearán nuevos puestos de trabajo, pero estos deberán incluir a la IA como parte de su experiencia profesional.
Empleos más y menos vulnerables a ser reemplazados
Para dar más detalles sobre el impacto de la inteligencia artificial en el campo laboral, OpenAI realizó una estimación sobre qué empleos serían los más afectados por la aplicación de esta tecnología en el futuro y encontró que aquellos relacionados con la escritura y la programación serán vulnerables, mientras que los enfocados en pensamiento crítico y desarrollo científico son los menos expuestos.
En ese sentido, las personas que trabajen con datos como los matemáticos, contadores, analistas financieros, escritores y autores, además de los diseñadores web, están en la lista de mayor vulnerabilidad a ser reemplazados por IA con un 100% de posibilidades. Esto no significa que el empleo ya no existirá, sino que varias personas podrían perder sus puestos de trabajo.
De igual forma, en el documento “Los GPT son GPT: Una mirada preliminar al potencial de impacto de los grandes modelos lingüísticos en el mercado laboral”, se conoció que las ocupaciones sin ninguna exposición al reemplazo son aquellas que dependen mucho de una actividad física.
Operadores de equipos agrícolas, atletas y competidores deportivos, mecánicos de autobuses y camiones, especialistas en motores Diesel, albañiles, operadores de torres de perforación, auxiliares de comedor y cafetería, ayudantes de barman, lavaplatos, entre otros, serían menos vulnerables a ser reemplazados al menos en el corto plazo pues la inteligencia artificial generativa no tiene un soporte físico que le permita ejecutar estas tareas.