Los tres riesgos de poner mis datos en un sitio inseguro

Los ciberdelincuentes llegan a los usuarios a través de aplicaciones, correos y mensajes de texto

Guardar
Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)
Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)

Una de las claves para evitar riesgos de ataques cibernéticos es saber en dónde estamos alojando nuestra información personal. Al ingresar a una página web de dudosa reputación, las posibilidades de ser víctimas de un fraude o una suplantación son muy altas porque los datos pueden caer en manos de delincuentes que luego nos buscarán para robarnos dinero o más información.

Estos peligros también han aumentado con el consumo de aplicaciones en celulares, por lo que se convierte en una vía en la que los ciberatacantes buscan llegar de una manera más directa a los usuarios y mostrar confiabilidad en plataformas que lucen seguras.

Teniendo en cuenta este panorama ponemos en evidencia tres de los riesgos que se corren al ingresar a una página web insegura y entregar nuestros datos personales, como correo, celular, nombre, número de identificación, dirección y cuentas bancarias.

Las aplicaciones

Uno de los riesgos es la propagación de aplicaciones falsas o desprotegidas. Estos programas maliciosos se disfrazan de aplicaciones legítimas para infiltrarse en los dispositivos y causar daño.

Los usuarios temen descargar aplicaciones falsas que aparentan ser legítimas, lo que ha llevado a un aumento alarmante del 117% en la preocupación por el malware en dispositivos móviles en México, según Appdome.

Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)
Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)

Asimismo, el 21.1% de los usuarios manifiesta una creciente inquietud sobre los “desarrolladores que no se preocupan por su seguridad”.

Este tipo de plataformas son usadas para robar datos de los dispositivos de los usuarios y, en muchos casos, llegan a través de información filtrada previamente o por medio de correos electrónicos o mensajes falsos, que llegan porque la dirección de correo cayó en una fuga de datos.

Suplantación y fraudes

El temor al fraude y el hacking también es una preocupación en la actualidad. La suplantación de identidad se ha convertido en una práctica común para los ciberdelincuentes, quienes envían mensajes falsos que parecen provenir de fuentes confiables para obtener datos personales y acceder a cuentas bancarias.

Según la Asociación de Internet MX, siete de cada 10 internautas en México fueron víctimas de algún tipo de fraude en línea durante el último año, lo que resultó en pérdidas financieras o suplantación de identidad.

Las filtraciones de datos y las amenazas Man-in-the-Middle (MiTM), que se encargan de interrumpir las comunicaciones y enviar enlaces maliciosos, también representan un riesgo importante. Aunque las filtraciones de datos disminuyeron del 57% en 2021 al 35.7% en 2022, siguen siendo una preocupación para los usuarios.

La mayoría de estas suplantaciones y fraudes llegan por medio de correos o mensajes de texto, donde siempre se motiva al usuario a ingresar a un link o descargar un archivo para hacer parte de un concurso, hacer un cambio de clave, realizar un pago, acceder a una promoción o resolver un problema con la cuenta.

Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)
Las páginas falsas se disfrazan de las oficiales para robar datos. (Freepik)

Espionaje

Otra consecuencia de entregar datos personales en sitios web inseguros es ser víctimas de espionaje. Este tipo de ataques son difíciles de detectar, por su propia naturaleza, y porque se disfrazan en modalidades sencillas, como ejecutar una aplicación en segundo plano o solicitar permisos de acceso en los celulares, que los usuarios pasan por alto.

Es así como logran tener acceso a la cámara, a las llamadas, mensajes y correos, sin que el usuario se percate de la situación, actuando con normalidad, por lo que el delincuente aprovecha y empieza a robar imágenes, audios y contenidos con los que en un futuro puede hacer una extorsión o venderlos a alguien interesado.

Guardar