La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la UNESCO advirtieron los riesgos de la implantación de chips de inteligencia artificial, especialmente por las implicaciones éticas desde la neurociencia.
Por tanto, aprovecharon para insistir sobre la necesidad de realizar pronto una reglamentación de este tipo de tecnologías por sus implicaciones en la privacidad y libertad de pensamiento.
Mariagrazia Squicciarini, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), aseguró que usar la IA “es como poner esteroides en la neurotecnología”, aunque en un ámbito negativo, en el que el desarrollo se salga de control y afecte las ideas de los humanos.
Aunque desde la organización creen que esta tecnología podría ayudar a resolver problemas de salud, “también podría acceder y manipular los cerebros de las personas y producir información sobre nuestras identidades y nuestras emociones ... Lo que sería una fuerte amenaza a los derechos a la dignidad humana, la libertad de pensamiento y la privacidad”, aseguró Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.
La regulación sería la solución
El avance de la neurotecnología ha dado ejemplos reales de la implementación de chips en humanos en el último tiempo. Por ejemplo, en Suiza un hombre volvió a caminar gracias a esta tecnología, en Japón desarrollaron un traductor que convierte pensamientos en imágenes y hace unas semanas Neurolink, una empresa de Elon Musk, recibió el aval para hacer pruebas que le permitan instalar chips en cerebros humanos.
A esto se suma que, según datos de la UNESCO, la inversión de las empresas en ese sector aumentó un 700% entre 2014 y 2021, por lo que el paso siguiente es la regulación para evitar problemas éticos y de salud en el futuro ante la intención del sector privado por desarrollar nuevos productos.
“La conclusión es que existe una total falta de protección. De hecho, no se puede imaginar menor protección para los datos cerebrales”, dijo Rafael Yuste, investigador del Centro Nacional de Neurotecnología de España y de la Universidad de Columbia, durante una conferencia de la ONU.
La UNESCO ha desarrollado un manual de recomendaciones éticas sobre la inteligencia artificial, el cual ha sido adoptado por 193 estados miembros.
Este manual se centra en cuatro pilares: derechos humanos, garantía de la paz, diversidad e inclusión, y medio ambiente. La organización sostiene que este manual podría ser el punto de partida para establecer un marco regulatorio internacional que proteja a los individuos.
La ONU hizo un llamado para ampliar y diversificar la investigación en neurotecnología e inteligencia artificial. Según un informe reciente, más del 80% de las publicaciones de neurociencia de alto impacto provienen de solo 10 países, y solo seis países poseen el 87% de las patentes de neurotecnología, siendo Estados Unidos el principal poseedor.
Desde la experiencia de pacientes que han participado en ensayos clínicos, destacan que han vivido una pérdida de identidad personal y autonomía que puede problemática, aspectos que se deben considerar para establecer los marcos regulatorios para proteger la libertad.
Para cumplir con el objetivo de la regulación, la ONU y la UNESCO están trabajando en la creación de un organismo de vigilancia, que sea similar a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), por lo que invitarán a un diálogo mundial para crear los límites de esta desarrollo.