Los términos como “criptomoneda”, “token digital” o “NFT” ya no son nuevos, pues con la llegada de la realidad virtual, blockchain y código abierto su uso se ha expandido con el tiempo. Sin embargo, aún se tiene la idea equivocada de que ambas son lo mismo, cuando en realidad son muy diferentes.
Si bien, ambos artículos son conocidos como “activos digitales”, existen tres diferencias que los separa por completo aún cuando estén basadas en la misma tecnología (blockchain).
Modo de obtención
La primera diferencia entre ambos artículos digitales es que se consiguen de forma independiente: mientras que los NFT solo se pueden obtener por medio de pagos virtuales (Bitcoin, Ethereum, etc.) en mercados exclusivos para estos artículos, las criptomonedas pueden obtenerse por medio de intercambios e incluso “minarse” resolviendo problemas matemáticos por medio de computadores.
En algunos casos, por ejemplo, los NFT pueden obtenerse jugando a videojuegos basados en tecnología de blockchain e incluso podría ser gratuito, lo que hace de esta actividad algo rentable si el objetivo es tener ganancias a largo plazo. Sin embargo, ya sea por motivos regulatorios o de acceso a computadores adecuados, la minería de criptomonedas puede no ser rentable y hasta no recomendable en algunos países.
Una vez que se han minado algunas criptomonedas, los usuarios pueden elegir si invertirlas en la compra de NFT o iniciarse en la compra y venta de estos activos para generar más dinero.
En qué se basa su valor
Aunque sean activos digitales, las criptomonedas no son bienes ilimitados. Algunos expertos consideran que para el año 2032 se habrá minado el 99% de los Bitcoin, pero que ese último 1% no sería completamente extraído hasta el año 2140. Aunque todavía quede mucho por extraer, el valor de estas monedas virtuales depende mucho de la oferta y la demanda, además de regulaciones por parte de gobiernos alrededor del mundo y de lo accesibles que pueden ser para nuevos usuarios.
Por su parte, los artículos NFT no son solo limitados: son raros. Su valor depende de lo difícil que puede ser conseguir un ítem en particular que forme parte de una colección más grande. La dinámica de estos artículos se parece más al coleccionismo de obras de arte o a la compra de cromos: mientras sea más raro, su valor será mucho mayor.
Personajes famosos pueden llegar a crear sus propias colecciones de NFT y usan su influencia para darles valor, aunque esto no siempre funciona. Hay casos como los de Shakira (La Caldera), el youtuber Willyrex y la actriz de cine para adultos Lana Rhoades, quienes lanzaron artículos limitados inspirados en ellos, pero sus proyectos fracasaron o no tuvieron una buena recepción en el mercado.
Modo de uso
La última diferencia es en los usos que se le da a los activos digitales. Las criptomonedas son usadas principalmente para realizar transacciones virtuales para la compra de otros activos como los NFT, además de realizar inversiones.
Por su parte, los NFT son vinculados a un usuario específico una vez que son comprados, por lo que pueden ser presentados en galerías virtuales, intercambiados por otros, completar colecciones (siempre que sean de pocos artículos porque hay algunas que tienen más de 1.000), además de revenderlas para generar más ganancias.