Ocho cosas que puede hacer Bard, la IA de Google, pero no ChatGPT

Aunque el software de inteligencia artificial más popular en la actualidad sea ChatGPT y su integración en diferentes aplicaciones sea acelerado gracias a la intervención de Microsoft en su desarrollo, el programa creado por Google, Bard, no se queda detrás y tiene características adicionales que el programa creado por OpenAI aún no posee.

Gracias a que es una inteligencia artificial creada por Google, los usuarios pueden acceder a sus servicios a modo de prueba y beneficiar el desarrollo de sus actividades. Estas son algunas de sus diferencias con respecto a ChatGPT.

El servicio más básico de Google como es el acceso a su buscador para explorar internet de forma segura y encontrar información actualizada sobre temas relevantes para los usuarios es una de las diferencias entre Bard y ChatGPT. Aún cuando la inteligencia artificial de OpenAI tiene versiones de pago más avanzadas, el conocimiento que tienen está limitado al año 2021.

Por otro lado, debido a que existen ciertas objeciones con respecto a los resultados de las consultas realizadas con programas de inteligencia artificial, en Bard también se muestra un botón llamado “Googlealo” para ingresar la consulta directamente en el buscador.

A diferencia de ChatGPT, que requiere de una aplicación adicional y una extensión en Chrome para que los prompts o indicaciones sean asignados a la inteligencia artificial, Bard ya tiene integrada esta función.

Con un botón con forma de micrófono ubicado en la parte inferior del cuadro de prompt, los usuarios no necesitan utilizar un teclado pues solo con emitir su voz pueden establecer contacto con la inteligencia artificial.

Debido a que Bard puede integrarse a otros servicios de Google, los usuarios también pueden pueden enviar sus búsquedas de forma automática ya sea compartiendo el texto generado en un archivo de Google Docs o utilizarlo como parte del contenido de un borrador de correo electrónico.

ChatGPT no puede evaluar contenido que no sea introducido en forma de texto en el cuadro de prompts, por lo que solicitar que acceda a un link y evalúe lo que contiene una página web es imposible. Para realizar esta acción un usuario tendría que copiar y pegar el texto que se muestre de forma manual.

Al estar conectado a internet, los usuarios que usen Bard solo deben ingresar un enlace y solicitar su análisis, resumen o cualquier otra operación que requiera la gestión de la información

Bard ofrece al menos tres versiones de la misma respuesta para que los usuarios puedan analizar cuál de ellas es mejor antes de utilizarla en sus correos o documentos. Estos borradores son creados sin necesidad de que el usuario lo indique en su prompt y se puede seleccionar cada uno para crear una vista previa.

En el caso de ChatGPT, si una respuesta no es del agrado del usuario, los usuarios deberán hacer clic en el botón “Regenerar” sin saber si la próxima versión será más adecuada para sus intereses.

Si bien ChatGPT tiene gran capacidad para generar líneas de código de programación en diferentes lenguajes, Bard también ofrece explicaciones sobre cómo funcionan grandes secciones de código.

Cada función es resaltada y se indica qué labor cumple y el análisis no requiere de copiar y pegar el código, sino que puede entregarse a modo de enlace a un sitio web.

Ya que Bard es esencialmente parte del buscador de Google, una función básica de este programa es el de ofrecer sugerencias sobre qué otros contenidos puede consultarse al hacer clic en el botón “Googlealo”. Los resultados se presentan como enlaces a los que se puede hacer clic para ampliar la búsqueda de información.

Aunque esta característica es compartida entre Bard y ChatGPT, la capacidad de conectarse a internet y buscar información más reciente hace que la inteligencia artificial de Google sea mucho más precisa en los puntos que se podrían visitar.