Los influencers exitosos en las redes sociales han logrado construir una gran comunidad en torno a ellos. Su capacidad para desarrollar contenido relevante y atractivo ha sido clave en su consolidación, permitiendo una interacción constante con sus seguidores.
Su popularidad en plataformas como Instagram, YouTube, TikTok y Twitter ha permitido que cada uno tenga una gran cantidad de seguidores y sean reconocidos por su experiencia, ideas o estilo de vida en un área específica, como moda, belleza, fitness, viajes, alimentación, entre otros tantos.
En ese sentido, utilizan su presencia en línea para promocionar productos, servicios o ideas y pueden colaborar con marcas para realizar publicidad o generar contenido patrocinado, teniendo como objetivo principal influir en las opiniones, decisiones de compra y comportamiento de sus seguidores.
En contraposición y a partir de ese concepto, se ha construido la comunidad de los ‘Anti influencers’ o ‘desinfluencers’, personas normales que a través de esta tendencia desmienten información entregada por aquellos famosos o creadores de contenido que en la mayoría de los casos tiene una cuenta verificada.
Mediante plataformas como TikTok y utilizando el numeral en inglés #deinfluencing, usuarios de diferentes países han compartido sus experiencias con productos y servicios recomendados por influencers reconocidos.
A través de este trend los usuarios buscan hablar de esas cosas que los famosos venden como maravillas, y no solo eso, también exponen la realidad detrás de la pantalla, argumentando que la vida y la apariencia “perfecta” que venden estas personas no es más que una apuesta de marketing.
“Cosas que no necesitas versiones me encanta ese trend de desinfluenciar. Productos que se han hecho virales y que en mi opinión, no son necesarios”, dice Elisa Rios Montes.
La usuaria habla de una nevera para cosméticos que, en su percepción, no es realmente necesaria, ya que la mayoría de los productos “no requieren refrigeración y si lo necesitan, puedes guardarlos en la nevera de tu cocina”.
Sobre esto, la creadora señala que las neveras consumen mucha energía y generan residuos y que no hay evidencia de que los ‘rollers de jade’ o los discos desmaquillantes desechables sean beneficiosos para la piel.
Asimismo, otra persona se unió a la tendencia y compartió su opinión sobre lo que los influencers muestran en redes sociales, partiendo de que muchas veces los seguidores quieren igualar ese estilo de vida en el que el dinero es lo que más sobresale.
Viviana Majzoub dice que no se necesita perseguir una vida estéticamente perfecta, con la presión de siempre lucir impecable y tener un entorno ideal para las redes sociales, argumentando que no se debe estar obligado/a renunciar al trabajo para convertirte en un “nómada digital” y “viajar por el mundo”.
A través de una larga lista, la creadora dice que no es necesario seguir el perfeccionismo espiritual y suprimir todas las emociones negativas. No se necesita ser productivo/a todo el tiempo o leer un libro por semana. No se tiene que ser 100% independiente emocional y financieramente y que no se necesita una pareja perfecta para presumir.
En su video, hace una reflexión sobre lo importante que es recordar que “nadie tiene una vida perfecta, todos tienen problemas y conflictos” y que no se debe comparar con lo que se ve en las redes sociales, ya que solo se muestra una parte de la vida.
A esta tendencia se han sumado usuarios de todo el mundo, cada uno contando desde su percepción lo que le transmite la inigualable vida de los famosos o los productos y rituales que utilizan para siempre verse adecuadamente, intentando romper esos estereotipos o ideas que se ven en las plataformas digitales.