Wendy Ramos, actriz peruana conocida por su papel de “Wendy” en la serie Pataclaun emitida entre los años 1997 y 1999, habló con Infobae sobre la transformación digital que ha vivido de manera personal y laboral, algo que a muchos actores les tocó hacer para seguir en contacto con el público y la industria.
Ahora con 56 años de edad, libros escritos, conferencias, películas y una comunidad de más de 3 millones de personas en Twitter, Facebook e Instagram, se considera una creadora de contenido “rebelde” centrada en exponer su verdadera personalidad antes que vender una imagen que no siente como propia.
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Resistencia y aceptación al cambio
La llegada de los celulares inteligentes trajo consigo una diferencia importante entre las generaciones más jóvenes y aquellas que vieron la evolución de las comunicaciones.
Según Wendy, tener un dispositivo que permita hacer llamadas y tomar fotos era algo que no le agradaba. “Me resistí todo lo que pude. El teléfono es para llamar. ¿Para qué quiero un teléfono que tome fotos? Yo tengo mi cámara, no quiero lo otro”.
Su resistencia llegó a su fin cuando decidió abrir cuentas en redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram, las cuales desconocía y no entendía qué las hacía tan atractivas.
A su edad, Wendy tuvo problemas para adaptarse tan rápido como la hacían los más jóvenes y le tomó un tiempo entender que las personas en las redes sociales podrían seguirla, leer sus publicaciones y comentarlas.
“Antes era un mundo diferente. Siempre me pregunto qué tan diferente sería mi vida si hubiese tenido el acceso a las redes sociales cuando era más joven. Tienes que pensar bien, qué cosa vas a poner porque un error se esparce por todos lados y hay mucho bullying a través de redes (...)”, indicó.
Pese a los aspectos que considera negativos en este tipo de aplicaciones, Ramos sí ha llegado a rescatar lo más positivo que tienen estas plataformas: la posibilidad de hablar y comunicarse con personas de todo el mundo en tiempo real. Algo que hasta el día de hoy disfruta mucho y sigue practicando aún cuando tiene cientos de miles de seguidores en sus cuentas.
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Una “influencer” rebelde
Wendy se reconoce como una “rebelde”, ella no busca mostrar en sus perfiles algo que no la representa o que no siente en realidad. “Puedo tener influencia porque actúo, escribí un libro, doy conferencias y tengo la suerte de tener esta plataforma, pero no vivo de mis redes”.
La actriz comentó que en algún momento sí llegó a considerar en tener un perfil de Instagram “más bonito, ordenado, con colores y publicaciones lindas… una semana me duró así (...) Me comencé a agobiar porque era el publicar cuando tocaba y no cuando yo quería. La rebelde que vive en mí no pudo con la sensación de estar encajonada”.
Wendy es consciente de que tiene las herramientas para ser más viral en redes sociales con publicaciones como los videos de “Pataclaun”, la serie que la llevó a la fama en los años 90 y que hasta el día de hoy sigue teniendo buena acogida por parte de su audiencia, pero eso no es lo que desea transmitir y por lo tanto, a no ser que tenga motivos especiales como el aniversario del programa, prefiere enfocarse en las cosas que hace en la actualidad.
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Ramos prioriza el contenido que le permite expresarse como es en la actualidad en lugar de buscar el que le ofrezca la vía más rápida para ser viral.
“Si pongo un video (de Pataclaun) sé que va a tener miles de visitas y si publico uno a la semana puede traer más seguidores, pero son personas que me llevan al pasado, porque no es lo que hago ahora y no es lo que intento construir”, dijo a Infobae. “Si tengo a personas siguiéndome es porque quiero que les guste lo que hago y que quiera verme”.
La diferencia que ve Wendy entre lo que hace y lo que podrían hacer otros creadores que sí viven de su imagen y del contenido que venden en redes sociales, es que a ella no le importa la cantidad de seguidores que tiene y tampoco cobrar por hacer o decir algo frente a su audiencia. “Hay gente que cobra 700 dólares y más por nombrar algo en una historia (de Instagram), pero yo tengo que cuidar mi credibilidad porque es muy valiosa para mi. (...) Si yo digo algo es porque realmente lo siento y lo pienso”.
Esta forma de expresarse, más genuina de parte de Wendy y más cercana a la realidad de su vida y su personalidad, es considerada por Mayra Alcántara, directora de Influencer Marketing en another, como el motivo por el que el contenido de la actriz es atractivo para los usuarios. “Los influencers más exitosos son los que comparten su realidad, a la gente le molesta que pretendas ser alguien que no eres”.
Wendy afirma que ha recibido ofertas de marcas y algunas empresas que buscaron darle regalos a cambio de publicidad en sus redes sociales y cuando le preguntan cuánto dinero recibió por hacer una mención, la actriz responde que todo fue porque el producto o servicio le gustó mucho y no porque hubiese una transacción comercial de por medio.
Finalmente, una de las mayores diferencias que ella considera que tiene entre los influencers de la actualidad y su forma de abordar el crecimiento en redes sociales, es que maneja directamente todos sus perfiles y le dedica al menos tres horas del día para responderle a los seguidores con quienes incluso, ha encontrado amistades.
“Hay una chica en Puerto Rico con la que solo hablo de películas y series. Nos escribimos hace años y no la conozco. (...) Hay un montón de personas con diferentes temas de conversación”, aseguró.
Al tener contacto directo con la comunidad, Wendy considera que se rompe el estereotipo de influencer inalcanzable con aspiraciones imposibles de lograr. “Hay algunos que no aportan y hacen que otros se sientan inferiores por no tener una vida perfecta porque no pueden irse de viaje a una isla o porque no tienen un cuerpo perfecto”.
Consejos para los seguidores
Una de las recomendaciones más importantes que puede dar para tener una relación más saludable con las redes sociales, es dejar de seguir a personas cuyo contenido no suma a sus vidas o que refuercen ideas perjudiciales sobre lo que significa el éxito o el esfuerzo. “Limpia lo que entra en tu mente, depura de tus redes sociales aquellas personas que generan envidia o malestar por la vida que uno tiene”.
Entonces, es preferible pensar siempre en el futuro al momento de ingresar a estas plataformas de forma diaria. “Si tú deberías estar estudiando, pero en realidad estás viendo redes sociales, ¿Qué quieres para mañana?, ¿en qué estás usando tu tiempo?, mira gente que inspire y que haga crecer”.