La inteligencia artificial es la tendencia hoy en día, pero eso no quiere decir que sea una tecnología nueva o que su concepto nunca haya existido. De hecho, los chatbots son algo con lo que los usuarios llevan mucho tiempo conviviendo, incluso en épocas de Encarta.
A inicios de siglo empezó una exploración por sistemas de chats que generaran respuestas automáticamente, aunque alejados de lo que es hoy ChatGPT, pero que en su momento parecían suficientes en medio de las limitaciones tecnológicas.
Microsoft está actualmente muy involucrada con la integración de la IA en sus aplicaciones, algo que no es nuevo teniendo en cuenta que desde la llegada de los primeros chatbots buscó poner ese sistema en plataformas como Encarta y Messenger.
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Los antepasados de ChatGPT
Los chats a inicios de los 2000, tenían pocas opciones y eran rudimentarios, uno de los más conocidos fue AOL Instant Messenger, que contaba con un bot llamado SmarterChild.
La herramienta se lanzó de forma gratuita para darla a conocer y tras ganar popularidad se modificó a contenido de pago. La plataforma alcanzó más de 30 millones de usuarios, lo que lo llevó a integrar diferentes formas de interacción para hablar como Austin Powers, responder preguntas de actualidad, meteorología, deportes y películas.
En el camino apareció Microsoft, que en 2007 compró la empresa encargada de la aplicación, pero con el tiempo se fue disolviendo tomando los conocimientos para integrarlos a sus proyectos.
Después apareció un bot de una de las plataformas que marcó una generación: Encarta. Esta enciclopedia fue la puerta de entrada de muchos a los métodos de búsqueda digitales, lejos de los libros y con contenido multimedia.
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Sobre el 2006, la plataforma se encontraba en la recta final de su vida útil, hasta que fue dada de baja en 2009. Pero antes de eso buscó la manera de integrarse a los avances de internet, ante el crecimiento de Messenger, donde llegó por medio de un chatbot.
Si el usuario agregaba en su perfil a encarta@conversagent.com o es.encarta@botmetro.net, la versión en español, iba a obtener un chat en el que podía realizar consultas y Encarta le respondía.
El contenido que generaba el bot no tenía una gran complejidad. Lo que hacía era tomar los términos consultados dentro de la base datos de la enciclopedia, dar un resultado sencillo con un fragmento de la información y un enlace que lo direccionaba al sitio en el que podía leer el artículo completo. Algo que, en parte, hace hoy Bing con ChatGPT.
Todas estas tecnologías son el resultado de años de desarrollo. Porque desde la década de 1960 hay registros de chatbots para permitir la comunicación entre un hombre y una máquina, el primero de ellos fue Elizza, creado en el MIT, y su tecnología le permitió generar respuestas como si fuera un psicoterapeuta.
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Luego en 1972, apareció una versión de este sistema llamada Parry y su mayor innovación es que contaba con una actitud emocional y se pudo conectar con Elizza para que se comunicaran entre sí.
En los 90 hubo dos bots reconocidos. Dr. Sbaitso fue uno de ellos, al crear respuestas como si fuera un psicólogo, y luego Alice, que fue muy popular por la manera en la que las personas podían interactuar con ella, al punto de ser punto de inspiración de Siri.