Una casa inteligente no es solo consiste en tener bombillos para encender con la voz, cámaras de seguridad o una aspiradora robot, sino que muchos de los electrodomésticos tienen alternativas para hacer más fácil y mejor las tareas del hogar, como por ejemplo las lavadoras.
Aunque poner la ropa, ajustar un ciclo y esperar a que este todo listo es un proceso que no tiene mayores dificultades. Hay ciertos detalles que con un dispositivo inteligente se pueden hacer mejor y acorde a las necesidades de cada persona.
Hoy en el mercado hay lavadoras que permiten programar las horas de limpieza, ahorrar energía, productos y hacer autodiagnósticos para saber qué tipo de fallas está presentando. Por lo que hay muchos aspectos a conocer si se quiere tener un electrodoméstico de este tipo para sacar un gran provecho de sus beneficios.
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Compatibilidad con otros dispositivos
Aunque no es una obligación estar ligado a una marca y la mayoría de los productos son compatibles con los de otros fabricantes. Mantener todo bajo un mismo ecosistema puede ser una opción viable para no tener muchas aplicaciones y sacar partida de beneficios del trabajo en conjunto.
Pero más allá de tener todo bajo una misma marca, lo que se debe verificar al comprar una lavadora es que sea compatible con los demás dispositivos que conforman la casa inteligente, como por ejemplo el asistente de voz, que nos dará la oportunidad de controlarlo con comandos de voz sin tener que ir hasta el sitio para apagarla o hacer algún cambio en la operación.
Ciclos de lavado
A diferencia de las lavadoras convencionales, que suelen tener de dos a cuatro ciclos de lavado, las inteligentes expanden esas alternativas al punto de poder personalizarlos. Además de contar con más de cinco ciclos al momento de comprar el electrodoméstico, a través de la aplicación el usuario tiene la opción de descargar unos nuevos o crear los propios.
Todo eso permitirá adaptar el dispositivo a las necesidades de cada uno, dependiendo del tipo de ropa que se lave, la intensidad, la suciedad y todo lo que involucra este proceso que va más allá de limpiar las manchas, porque hay ciclos para desinfectar o quitar olores.
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Ahorro
Esta parte va en dos vías: energía y productos. Sobre el primero, las lavadoras inteligentes tienen la capacidad de dar mucha información de su funcionamiento y en una parte está direccionada al consumo de energía, algo que acompañado de sus sensores le recomendará al usuario el mejor ciclo de lavado según el tipo y la cantidad de ropa.
En paralelo a esto, hay dispositivos que cuentan con dispensadores de jabón y suavizante inteligente que usan la cantidad suficiente de estos productos para cada ciclo de lavado, lo que en el largo plazo se convierte en un ahorro y optimización de los recursos.
Mantenimiento
Dentro de sus funciones inteligentes, las lavadoras de este tipo hacen un autodiagnóstico de su estado técnico, evaluando si presenta algún tipo de daño en una pieza, el software o el rendimiento en general, para darle esa información al usuario y empiece el proceso de reparación. Además de dar la opción de contactar a un servicio técnico para encontrar una mejor solución.
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Uso remoto
Esta es la característica que más suele llamar la atención y se resume en la posibilidad de manejar la lavadora desde el celular sin estar en casa, lo que permite anticipar el lavado para que al llegar solo sea sacarla y extenderla para que se seque o guardarla.
Esto también abre la posibilidad de programar cuándo hacer el lavado, pausarlo y obtener notificaciones por si se presenta algún problema durante el proceso.