La generación de contenido a través de la inteligencia artificial (IA) ha impactado a muchos por su alto nivel de detalle y precisión. Sin embargo, en el caso de las imágenes todavía hay tres temas por resolver para que sean más reales: las manos, los pies y los dientes.
Estas partes del cuerpo suelen tener muchas imprecisiones en las fotografías creadas por estas herramientas y son las que permiten distinguir de una imagen diseñada por la IA a una con personas reales.
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Un detalle que fue fundamental para distinguir un intento de difusión de información falsa en Francia en el que publicaron contenido erróneo, generado con inteligencia artificial, sobre unas protestas y que intentaron pasar como real, pero gracias a esos errores, como las manos con seis dedos, los usuarios supieron la verdad.
Un caso que genera una alerta, ante una práctica que se puede repetir, usando estas herramientas nuevas para manipular noticias o hechos. Aunque por ahora, la IA sigue fallando en la creación de manos y dientes.
Por qué la inteligencia artificial tiene errores en las manos
Para entender el origen de estos fallos es fundamental comprender que la todas las IA funcionan bajo el modelo de aprendizaje automático, gracias a los datos que toman de diferentes bases y contenido que toman de Internet.
Así que los diseños generados no son productos de una la imaginación, sino que dependen estrictamente de la información que tienen disponible. Por ejemplo, la base de ChatGPT va hasta el 2021, lo que se le pregunté después de esa fecha no lo sabrá por ahora.
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Para el caso de las herramientas que crean imágenes, como por ejemplo Stable Diffusion, DALL-E 2 y Midjourney, al pedirle que diseñe un perro de cierta forma, buscará en su conjunto de datos los modelos de perros que tenga y con el entrenamiento automático dará el resultado final.
En el punto específico de las manos y los pies sucede algo especial. “En general, se entiende que, dentro de los conjuntos de datos de IA, las imágenes humanas muestran las manos de manera menos visible que las caras. Las manos también tienden a ser mucho más pequeñas en las imágenes de origen, ya que rara vez se ven en forma grande”, afirmó un portavoz de Stability AI a BuzzFeed News.
Esto quiere decir que la información que tiene la IA no es lo suficientemente clara y por eso, Amelia Winger-Bearskin, artista y profesora asociada de IA y las artes en la Universidad de Florida, considera que esta tecnología no entiende realmente qué es una mano o al menos no en la forma en que se conecta anatómicamente a un cuerpo humano.
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En la información con la que se alimentan estas tecnologías, las manos siempre están agarrando algo o puestas sobre algo, por lo que no se ven completas, sino solamente los dedos o una parte de ellas. La IA siente la necesidad de hacer lo mismo en su contenido y por eso los resultados desordenados.
La solución para esto sería que esta tecnología tomara como referencia imágenes en las que las extremidades estén libres y abiertas, para que tenga la información suficiente para replicarlas, entendiendo cómo se conectan con el cuerpo y toda su composición por sencilla que nos parezca.
Un punto que de resolverse nos hará más difícil la distinción entre una imagen real y una creada por una inteligencia artificial con todo lo bueno y lo malo que eso trae.