Es normal que con el paso del tiempo y la tecnología se adopten ciertos términos del pasado al presente, cambiando un poco su significado. Como es el caso de bloatware, un concepto que nació en la informática para referirse a los programas diseñados para ocupar espacio de más y hacer pesado el sistema.
Esto se adaptó de forma un poco diferente para el mercado de celulares, con el objetivo de explicar una práctica que implementan los fabricantes de teléfonos móviles y que puede representar varios problemas para los usuarios.
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Qué significa bloatware
Este surge de la unión de bloat, que significa inflado, y ware, relacionado con un artículo o elemento. Este término se usaba para describir aquellos programas que se inflaban con funciones, ocupando mucho espacio y con frecuencia siendo lento el computador.
Para el caso de los celulares se adaptó para explicar las aplicaciones que venían de fábrica, desarrolladas por las marcas, por terceros o en algunos casos por los operadores móviles, y que de igual forma ocupaba espacio de almacenamiento y ofrecen funciones que pocas veces se usan.
Así que en pocas palabras el bloatware se refiere a las aplicaciones que aparecen instaladas en el celular al momento de comprarlo, pero que finalmente, el usuario no les encuentra utilidad.
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Una característica de estas plataformas es que suelen ser difíciles o prácticamente imposibles de eliminar. Aunque es una práctica que se ha reducido, por lo menos en occidente, y cada vez vemos menos teléfonos nuevos con este tipo de apps.
Las aplicaciones que suelen venir de fábrica son aquellas asociadas a las marcas, como servicios de videojuegos, de salud, optimización y demás, pero también aparecen referencias de terceros como e-commerce, redes sociales o juegos.
Cuáles son los problemas del bloatware
Sobre esto hay dos puntos: almacenamiento y seguridad. El primero de ellos es el más evidente para el usuario.
Al comprar un teléfono que tenga 128 GB de almacenamiento, por ejemplo, una parte de eso se irá destinando a los recursos que necesita el celular para correr el sistema operativo y funciones clave, que puede ser entre 20 y 25 GB. Otra parte se la llevarán estas aplicaciones de relleno, ocupando un promedio de entre 5 a 10 GB, cuando son más de 15 apps.
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Esto le deja al usuario 100 GB de almacenamiento, a pesar de haber pagado por 128 GB, algo que con el tiempo será un problema por la cantidad de archivos que se van almacenando. Especialmente porque una parte de bloatware no se puede borrar, sino apenas detener, y siginfica perder espacio con algo que jamás se va a usar.
Pero un problema mayor es el de la seguridad. Una investigación reciente de la de la Universidad de Edimburgo y del Trinity College de Irlanda encontró que en celulares de Xiaomi, OnePlus y Realme se estarían tomando datos de los usuarios a través de estas aplicaciones preinstaladas.
Según el informe, gracias a los permisos, la plataforma tenía acceso a la data, que era llevada a los fabricantes del dispositivo y a los dueños de la aplicación, gracias a que se ejecutaban en segundo plano y no necesitaban que la persona las usaran.
Lo que abre la puerta a que otras compañías puedan estar haciendo lo mismo, aprovechando el desconocimiento de algunos usuarios y la imposibilidad de desinstalar estas apps. Por ese motivo, Google está desarrollando para Android 14 opciones que permitan una eliminación más sencilla del bloatware.