Cómo se están digitalizando económicamente los microempresarios en medio del covid-19

El miedo al contagio obligó a los dueños de las microempresas a adaptarse a las nuevas tecnologías para cumplir con las necesidades de sus clientes

En la imagen, un punto de pago junto a una tarjeta de crédito. EFE/Oskar Burgos/Archivo

La economía tal como se conoce hoy en día es considerada por varios expertos como diametralmente opuesta a lo que se veía hace 20 o 30 años en todo el mundo, teniendo en cuenta que a finales del siglo XX y principios del XXI la digitalización económica no era aún una realidad. Por supuesto, ya se empezaban a ver los primeros pinos de esta tendencia, pero no fue sino hasta mediados de la década de los 2000 que los métodos de comercio digitales empezaron a popularizarse.

Sin embargo, en la última década esta tendencia ha tomado tanta fuerza que incluso varios países ya han empezado a deshacerse del efectivo para centrar sus economías en las transacciones virtuales. Por ejemplo, Dinamarca podría convertirse en el primer país en acabar por completo con el dinero físico después de que en 2013 decidiera parar la creación del efectivo pensando en los sistemas electrónicos como principal forma de pago en su territorio.

Esta situación está muy lejos de ser una realidad en Latinoamérica al ser una región en la que aún se considera el efectivo como la forma de pago favorita al ser usada por más del 90 % de las personas cuando realizan una compra en una microempresa, esto según el estudio “Medio de pago por país” desarrollado por Treinta, empresa especializada en la microeconomía de la región.

Ahora bien, en medio de la pandemia por covid-19 las más de 50 millones de microempresas que representan un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) de la región se dieron cuenta de la importancia de contar con sistemas financieros más digitales. El miedo de contagio generalizado obligó a que muchos de estos pequeños negocios optaran por los medios electrónicos para recibir los pagos de sus clientes.

Así lo explicó Visa por medio de su estudio ‘Visa Back to Business’ el cual detalla la visión de los microempresarios y la necesidad de la digitalización económica en la actualidad. De hecho, es tal la importancia que ha adquirido este ítem en el acontecer normal de una microempresa que dos de cada cinco de estos negocios (40 %) han puesto la inversión en la tecnología de pagos sin contacto como un tema de relevancia en sus presupuestos.

“Las pequeñas y microempresas (PYMES) se enfrentaron a desafíos sin precedentes cuando la pandemia golpeó casi cada rincón del mundo. Apagados intermitentes y los cambios digitales en el comportamiento del consumidor obligaron a los propietarios de pymes a repensar cómo hacer negocios. Muchos aceleraron su transición a comercio electrónico o pagos digitales y sin contacto adoptados con el fin de satisfacer las necesidades de sus clientes. Esos pivotes demostraron ser inteligentes para los negocios, ya que la preferencia por las experiencias de compra digital y sin contacto están cambiando cómo compramos para siempre”, indica el informe de Visa.

Cabe recordar además que este tipo de pagos, aún en medio de pandemia, no solo significan una mejor forma de proteger los protocolos sanitarios sino también de mejorar y formalizar la economía tanto de las microempresas como de sus respectivos países.

“La digitalización de los pagos da paso a una mayor formalización de la economía, mejor control de la evasión de impuestos y por ende menor probabilidad de corrupción, de acuerdo a las conclusiones del reciente informe de la firma SINNETIC”, explicó por su parte Treinta.

Aunque aún queda mucho camino por recorrer lo cierto es que las microempresas en todo el mundo vieron en la pandemia una oportunidad de reinventarse más que una amenaza de quiebra. Las exigencias económicas de los clientes están cambiando y los informes financieros son claros: la digitalización es la forma en que la economía se naturalizará en el futuro cercano y es un punto en que todas las empresas deben fortalecerse para considerarse competitivas.

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