Las herramientas tecnológicas que ayudarán a la educación de los niños migrantes en Latinoamérica

Infobae habló con Brenda Campos, directora de impacto social de Sésamo para América Latina, sobre las familias desplazadas y la educación de sus hijos en medio de las rutas migratorias en Sudamérica

WhatsApp se ha convertido en uno de los medios educativos más importantes de la región. Foto: Sesame Workshop

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), uno de cada tres niños no han podido seguir con sus estudios en medio de la pandemia por covid-19, teniendo en cuenta la imposibilidad de contar con una conexión a internet y que este es el recurso primario utilizado por las escuelas para continuar con sus clases en medio de la crisis sanitaria.

“Para al menos 463 millones de niños cuyas escuelas cerraron, no existía el aprendizaje a distancia. La gran cantidad de niños cuya educación se vio completamente interrumpida durante meses es una emergencia educativa mundial. Las repercusiones podrían sentirse en las economías y sociedades durante las próximas décadas”, indicó la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore.

Ahora bien, si para un tercio de los niños establecidos en un punto geográfico es complicado acceder a la educación virtual, ¿cuánto más para aquellos que están en constante movimiento debido a las migraciones que azotan hoy el mundo?

De acuerdo con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) si se definiera a un niño como todo ser humano menor de 19 años, se podría entonces asegurar que esta población representa el 14,6 % de toda la población migrante en el mundo; es decir que hasta 2020 casi 6 millones de menores en el planeta han tenido que migrar de sus países de orígenes.

En el caso de Latinoamérica y el Caribe (región que invierte menos del 3 % de su PIB en educación) del total de migrantes que hay en la región al menos el 19 % son niños y la mayoría de ellos sin acceso a la educación, mucho menos en época de pandemia.

Fotografía de archivo. EFE/Carlos Ortega

El internet como medio de aprendizaje para los niños migrantes

Pensando en esto, Sesame Workshop (organización encargada de Plaza Sésamo) decidió establecer una serie de estrategias con las cuales poder apoyar a más de 30 mil familias con niños que hacen parte de las rutas migratorias en países latinoamericanos como Colombia, Perú y Brasil.

Además de los programas televisivos y la participación directa de esta organización en la web, Sésamo también ha creado un módem que se ha instalado en los principales centros de acopio de los inmigrantes, especialmente en Sudamérica. Aunque este aparato no cuenta con una señal de internet en sí, se adapta a las señales locales con el fin de que las familias migrantes puedan conectarse de forma gratuita a contenido educativo para los niños protagonistas de esta problemática social.

“Las familias migrantes no tienen por lo general acceso a datos celulares (internet móvil), pero suelen cargar al menos por familia un teléfono móvil. Entonces lo que hemos desarrollado es una caja pequeña, como un módem, que se conecta a la electricidad, no requiere conexión a internet, pero que lanza una señal local de internet a las personas que están alrededor de ese aparato para que puedan acceder a los contenidos de Sesamo usando sus teléfonos”, dijo Brenda Campos, directora de impacto social de Sésamo para América Latina, en conversación con Infobae.

Asimismo, la experta informó sobre la existencia de una línea de WhatsApp (+52 55 7005 8888) que su organización utiliza tanto con comunidad migrante como con otros grupos de personas, haciendo uso especialmente de lo que se conoce como un ‘Chatbot’.

“Tenemos un chatbot con el cual las familias pueden interactuar y acceder a contenidos, además de ir navegando para pedir ya sea cuentos o videos o algunos otros recursos”, añadió Campos.

Foto: Sesame Workshop

Finalmente, la directiva de Sesamo explicó que aunque esta no es la primera vez que se usan este tipo de recursos en el mundo, sí es la primera experiencia que se tiene con migrantes “nómadas”, es decir que no se pueden hallar de forma definitiva en campos de refugio como si lo hacen las víctimas del desplazamiento sirio o de la violencia en Rohingya. Sin embargo, una de las ventajas con la población migrante latinoamericana, añadió Campos, es que aunque andan en constante movimiento y a pesar de su diversidad social y racial, son poblaciones con un área cultural en común (religión, música, gastronomía, entre otras) en cualquier parte de la región.

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