Inundaciones en Nueva York: con tecnología, EE.UU. alerta a sus habitantes sobre el riesgo de huracanes

En los últimos días, el huracán Ida, considerado “extremadamente peligroso” por las autoridades de Estados Unidos, ha causado varios estragos en el país norteamericano, especialmente en su costa oriental.

Así, una de las regiones que más ha sufrido con esta tormenta tropical es Nueva York, dejando, hasta la noche del pasado 1 de septiembre, al menos 13 muertos debido a las inundaciones que dejaron las repentinas lluvias que se presentaron en esta urbe.

De acuerdo con un portavoz de la alcaldía, fueron nueve las personas que perdieron la vida en medio del caos en la ciudad de Nueva York, mientras que otras cuatro murieron en la localidad de Elizabeth, ubicada en la vecina Nueva Jersey.

Por esto, la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, tuvo que declarar el “estado de emergencia”, una decisión con la que se busca proteger a unos 20 millones de habitantes que podrían verse damnificados por las inundaciones.

“Busquen refugio AHORA. Los objetos que vuelan serán peligrosos para aquellos que son sorprendidos sin refugio. Muévanse a una planta más baja y permanezcan lejos de las ventanas”, escribió la oficina de información de emergencias de Nueva York, en Twitter.

Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS, por sus siglas en inglés) instó a las personas a no conducir por las calles inundadas. “No sabemos qué profundidad tienen y es muy peligroso. Dé media vuelta”, añadió esta entidad.

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Ahora bien, en medio de la crisis, el Gobierno estadounidense ha podido alertar y prevenir a sus ciudadanos de las inclemencias de la naturaleza con ayuda de varios sistemas tecnológicos que “sienten” la posible llegada de la tormenta, logrando así evitar que la catástrofe en vidas humanas sea peor.

En redes sociales han girado algunas notificaciones que llegan a las personas, procedentes directamente del Servicio Nacional de Meteorología, en las que les avisan sobre la posible llegada de inundaciones repentinas en un área específica. Estos avisos, además de incluir el qué, también especifican el cuándo, logrando así que los habitantes de dicho sitio se puedan preparar de antemano para hacer frente a la catástrofe.

Pero, ¿cómo es que las autoridades meteorológicas pueden ser tan exactas en este tipo de situaciones? Aunque no es algo nuevo, cada vez que se presenta una catástrofe natural de esta magnitud, es necesario recordar la forma en qué los científicos trabajan día a día para poder ganar el pulso a la naturaleza, al menos, antes de que esta gane la batalla.

Cabe recordar que, con la ayuda de la NASA, los servicios de meteorología cuentan con satélites climatológicos capacitados con diversa clase de sensores que van recogiendo todos los datos necesarios para saber cuándo y dónde pasarán estas tormentas tropicales.

Para lograr esto, dichos sensores analizan factores climatológicos como las lluvias, la velocidad del viento, las nubes, la forma en que circula el aire y los niveles de precipitación, y tras revisar cada uno de estos datos, es que se determina la zona del país sobre la que pasara la tormenta, además de la velocidad y fuerza con que lo hará.

Asimismo, en tierra existen una serie de herramientas tecnológicas que pueden observar mejor las formas en las que los huracanes alteran el medioambiente previo a la catástrofe, además de las condiciones sociales y culturales propias de cada región.

“En el marco de las soluciones globales que se proponen (…), se destacan tecnologías tales como: video seguridad o CCTV, analítica de video, telemetrías de polución - tráfico - ruido sonoro, zonas WIFI, video-conferencia, control de estacionamientos, control de basuras, transporte público, entre otras herramientas que a través de conexiones inalámbricas se interconectan para lograr un rendimiento confiable, de baja latencia y alta capacidad”, indicó Carlos Duque, gerente técnico de ventas en Infinet Wireless Latam.

De esta forma, con la tecnología y la facilidad que ofrece el ser inalámbrica, es que se pueden recoger datos de lo sucedido en tiempo real, tanto en imagen como video, para así satisfacer la necesidad de información de los ciudadanos y, por supuesto, intentar salvaguardar sus vidas.

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