En medio de un mundo virtualizado, las redes sociales son una de las herramientas con las que las personas pueden sentirse más en sociedad con ayuda del protagonista de esta historia: el internet. Sin embargo, con cada nueva tecnología siempre llegan nuevos problemas y en esta situación, la seguridad y privacidad son dos factores que siempre están en constante amenaza.
A diario, las autoridades en todo el mundo reciben cientos de denuncias por acoso en la red, entre las que destacan aquellas en que los niños o adolescentes son las principales víctimas. De acuerdo con Save the Children, la globalización ha permitido que los delincuentes infantiles puedan obtener con más facilidad información crucial de los menores de edad con la cual poder conocerlos mejor y poder forjar mejor sus estrategias para atacarlos.
Uno de los delitos que evolucionó tras la llegada del internet es el online grooming, que Save the Children define como el proceso como en el que “el abusador envía a través de un medio tecnológico, material sexual al niño o niña. Además, se suele hacer pasar por menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima. Es una violencia igual de real que la física, pero de la que no se puede huir”.
Pensando en esto, es que Facebook decidió implementar una serie de medidas con las cuales proteger la seguridad y privacidad de los menores de edad, tanto en su red social nativa como en Instagram, especialmente de los adolescentes (teniendo en cuenta que los niños no deberían tener cuentas de redes sociales).
Límites para los anunciantes
En su más reciente actualización, ambas plataformas decidieron limitar los anuncios dirigidos a los adolescentes, con el fin de proteger aún más la información relevante de estos usuarios. De esta forma, los anunciantes no podrán usar los “intereses” o gustos de los menores de edad para enviarles publicidad personalizada.
Sin embargo, esto no quiere decir que los anunciantes no pueden tener contacto con los adolescentes, sino que ya no podrán obtener datos específicos de su vida ni recopilar información de sitios web o aplicaciones de terceros.
Privacidad predeterminada
Asimismo, para intentar proteger la privacidad de los menores, al menos al principio de su experiencia, los directivos de Instagram decidieron poner este tipo de cuentas en privado de forma predeterminada. En un principio, esta opción cubrirá a los adolescentes menores de 16 años, sin embargo, los mayores de 13 años podrán decidir si mantener la cuenta privada o cambiarla a pública.
“Ocho de cada diez jóvenes aceptaron la configuración privada predeterminada durante el registro”, aseguró Instagram, manifestando que esto es una señal de que este grupo de personas pueden estar de acuerdo en su mayoría con esta opción.
Mensajes directos prohibidos
Por otra parte, para evitar el acoso en la red social, Instagram también ha optado por bloquear la conversación entre los adolescentes y los adultos que no se conocen entre sí, es decir, que no se siguen mutuamente. Según explican desde la compañía, se ha venido trabajando en una nueva tecnología que permitiría identificar “comportamientos potencialmente sospechosos” que podrían afectar negativamente a los menores.
De esta forma, los adultos que sean reconocidos como “potencialmente sospechosos” no se les permitirá seguir a los adolescentes ni comentar sus publicaciones; además tendrán estrictamente prohibido enviar mensajes privados.
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