La movilidad eléctrica es considerada por muchos como la forma más ecoamigable de moverse y se espera que en los próximos años se triplique el número de vehículos que se movilizan por las calles del mundo con esta tecnología.
Para el 2019, según un estudio de la Agencia Internacional de Energía (EIA), en el mundo se podían observar al menos unos 5,1 millones de vehículos eléctricos con China a la cabeza, con el 45 % de la flota mundial, seguido de Europa con el 24 % y Estados Unidos con 22 %. Sin embargo, la entidad internacional aseguró que dentro de los planes está que para el año 2030 este número aumente a unas 22 millones de unidades, y que para el 2039 sean al menos 130 millones de vehículos los que usen la electricidad como fuente primaria.
No obstante, aunque cada día son más personas las que han empezado a trasladarse de los carros de combustión a los eléctricos, muchas de ellas han mostrado cierta nostalgia por el olor que emana de los vehículos impulsados por gasolina, un “dolor” que marcas como Ford están dispuestas a sanar.
De acuerdo con el gigante automotriz, “uno de cada cinco conductores dijo que el olor a gasolina es lo que más extrañarían al cambiar a un vehículo eléctrico”. Asimismo, la encuesta realizada por esta compañía reveló que el 70 por ciento de los interrogados aseguró que aunque no sería lo que más extrañarían, sí sería, hasta cierto punto, un recuerdo grato.
Ante esta realidad, Ford decidió crear una fragancia que, aunque suene ilógico, emana un olor a gasolina premium, con el fin de satisfacer a “aquellos que anhelan el rendimiento” de los nuevos carros eléctricos, pero que “todavía sienten cariño por los evocadores olores de los coches de gasolina tradicionales”.
“A juzgar por los resultados de nuestra encuesta, el atractivo sensorial de los coches de gasolina sigue siendo algo que los conductores son reacios a abandonar. La fragancia Mach Eau está diseñada para darles un toque de esa fragancia combustible que todavía anhelan”, explicó el director de Comunicaciones de productos de Ford Europa, Jay Ward.
La ciencia tras la fragancia
En un comunicado de prensa, la compañía de origen estadounidense señaló que su fragancia a gasolina surgió de la unión entre su equipo creativo y “la reconocida consultora de fragancias, Olfiction”, con la perfumista, Pia Long, como protagonista.
“Pia Long, perfumista asociada de la British Society of Perfumers, que ha trabajado en la creación de fragancias para algunas de las marcas de perfumes más famosas, fue fundamental en sus inicios”
“Su punto de partida fue investigar los productos químicos que se emiten en el interior de los automóviles, los motores y la gasolina. Esto incluía benzaldehído, que es un aroma parecido a las almendras que desprenden los interiores de los automóviles, y paracresol, que es clave para crear el olor gomoso de los neumáticos. Se mezclaron con ingredientes como jengibre azul, lavanda, geranio y sándalo que agregaron acentos metálicos, ahumados y más gomosos”, explicó la empresa.
Por último, Ford manifestó que, aunque el perfume se presentó en el marco del Goodwood Festival of Speed, evento que celebra a los aficionados del petróleo en el mundo y su “curioso” amor a esta sustancia, este producto no estará a la venta.
“El aroma (…) es parte de la misión en curso de Ford de ayudar a disipar los mitos en torno a los coches eléctricos y convencer a los entusiastas de los coches tradicionales del potencial de los vehículos eléctricos”, dijeron desde el gigante automotriz.
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