Científicos de Estados Unidos publicaron una investigación en la que aseguran haber creado el prototipo de una batería que funciona con el sudor proveniente de la yema de los dedos.
La última década ha sido una de las más especiales para la evolución de la tecnología, pues cada vez son más los hallazgos que se realizan en esta área de la ciencia. Sin embargo, al ser esta transformación tan rápida, asimismo es la vida útil de cada nuevo dispositivo tecnológico que se crea.
Por esto, no es raro que cada día se escuchen noticias sobre dispositivos o elementos que empiezan a desplazar tecnologías relativamente nuevas, pero que en un abrir y cerrar de ojos se convierten en obsoletas ante la mirada de la comunidad científica.
Esta es una de esas noticias. Aunque por el momento el uso de un adaptador y un cable es la forma más rápida y común de poner a cargar dispositivos “pequeños” como celulares y tablets, tal parece que investigadores en la UC San Diego estarían buscando que, literal, sean los dedos humanos los que puedan proporcionar este servicio.
Una tira flexible, configurada con un relleno de electrodos de espuma de carbono, es la que se encarga de convertir los químicos presentes en el sudor expulsado por las yemas de los dedos en cantidades mínimas de energía eléctrica. Además, como los dedos nunca se detienen en su producción de sudor, sin ni siquiera estar en movimiento, esta nueva tecnología podría considerarse como promotora de una energía limpia y autosostenible.
“Al usar el sudor de la yema del dedo, que fluye naturalmente sin importar dónde se encuentre o qué esté haciendo, esta tecnología proporciona una ganancia neta de energía sin esfuerzo por parte del usuario”, explicó Joseph Wang, quien oficia como profesor de Nanoingeniería en la UC San Diego y que además fue coautor del artículo en el que se habla de esta creación.
Cabe recordar que, esta no es la primera vez que se utiliza el cuerpo humano como medio de producción de energía eléctrica, pero si es el primer método bioenergético que no requiere de una gran contribución de energía. Así, teniendo en cuenta que esta opción funciona con o sin la persona en movimiento, se puede definir como “un paso adelante para hacer que los dispositivos portátiles sean más prácticos, convenientes y accesibles para la persona común”, indicó el otro coautor del estudio, Lu Yin, un estudiante de Ph.D. en Nanoingeniería de la UC San Diego.
“Aún no es suficiente”
Asimismo, Yin recordó que el sudor ha sido base en la experimentación de tecnologías bioenergéticas en varias oportunidades, como aquella en la que se usaron los tatuajes temporales para convertir el sudor en energía.
“La corriente producida no es tan alta, pero estamos trabajando para mejorarla para que eventualmente podamos alimentar algunos dispositivos electrónicos pequeños”, dijo en 2014 Wenzhao Jia, estudiante postdoctoral en entrevista con la American Chemical Society (Sociedad Estadounidense de Química o ACS por sus siglas en inglés).
Misma situación es la que se vive hoy con las tiras de sudor, pues la energía que se puede recolectar es aún insuficiente para poder alimentar, por ejemplo, los móviles celulares. Por el momento, lo más que se puede lograr es cargar dispositivos pequeños como un reloj de pulsera u otra clase de artefactos que requieran de milivatios para su correcto funcionamiento.
“Nuestro objetivo es hacer de este un dispositivo práctico (…) Queremos mostrar que esto no es solo otra cosa interesante que puede generar una pequeña cantidad de energía y luego eso es todo. De hecho, podemos usar la energía para alimentar dispositivos electrónicos útiles como sensores y pantallas”, finalizó Yin.
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