En los últimos años empresas como SpaceX, liderada por el genio de la tecnología, Elon Musk, han vendido como posible a todas las personas un sueño; una ilusión que como humanidad siempre se ha tenido: viajar al espacio. Por supuesto, la carrera espacial inició tal y como se conoce hace más de cincuenta años, sin embargo, hasta la fecha pensar en que un “viaje a las estrellas” sea posible para todos es aún una utopía.
No obstante, empresas como las de Musk han aterrizado cada vez más la forma de poner esta experiencia al alcance de casi cualquier persona, hablando de lo que se conoce como turismo espacial. Lógicamente, en un principio no todos los seres humanos tendrán la oportunidad de gozar de esta oportunidad, sencillamente por los costos que exige mantener una actividad como esta, pero solo se necesita dar el primer paso para pensar que en varias décadas el turismo espacial se podrá ver como algo normal.
Pensando en este proyecto esperanzador, es que la NASA también se ha unido a la idea de empezar a forjar el turismo en el espacio, iniciando por la creación de estaciones espaciales privadas. Así lo anunció recientemente la agencia espacial norteamericana, asegurando que las primeras estaciones financiadas por personas o empresas ajenas al sector público serán las que desplacen a la actual Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que será suspendida en menos de siete años.
Cabe recordar que, la ISS tiene una antigüedad de 20 años, y se espera que para 2028 tenga que ser reemplazada debido a que sus secciones más antiguas podrían empezar a fallar. Ante esta realidad, la NASA ha emitido un documento en el que pidió a todas las empresas que estén dispuestas a crear o apoyar la creación de estaciones espaciales privadas a que envíen sus propuestas a sus oficinas. De acuerdo con esta entidad, todos los interesados tendrán hasta el próximo 26 de agosto para presentar sus solicitudes.
En relación con esto, Angela Hart, directora del programa Commercial Low Earth Orbital (Órbita terrestre baja o LEO por sus siglas en inglés), explicó que tras revisar las propuestas se apoyará económicamente a dos de estas empresas para construir nuevos hábitats espaciales; e incluso, pueden llegar a ser cuatro.
Según la científica, la NASA tiene un presupuesto que ronda los 400 millones de dólares, con los cuales se podrán financiar las estaciones espaciales privadas y así pensar en un reemplazo digno de la ISS actual.
“Queremos apoyar a la mayor cantidad posible de personas del sector comercial que estén interesadas en comercializar LEO”, señaló Angela Hart.
Aunque en un principio la NASA tiene como objetivo principal usar estos nuevos espacios como fuente de impulso de estrategias comerciales y científicas, la idea es que estas nuevas estaciones sirvan como trampolín para iniciar el turismo espacial.
Teniendo en cuenta esto, reconocidas empresas como Axiom, Lockheed Martin, Northrop Grumman, SpaceX y Virgin Galactic han mostrado su apoyo a la iniciativa de la NASA, empezando a planear (incluso a ejecutar como lo hizo hace un par de días Virgin Galactic), viajes recurrentes a la Estación Espacial Internacional con personas del común.
Sin embargo, otras como Sierra Space han asegurado estar en desacuerdo con los tiempos establecidos con la NASA, la cual espera que los primeros pre-proyectos empiecen a tomar forma hasta 2025, por lo que su vicepresidente de desarrollo comercial, John Roth, aseguró que esta empresa tiene planes para aislarse de la Agencia Espacial estadounidense y construir su propia estación espacial independiente de esta entidad.
“Nuestra visión no se limita al plan de la NASA, y no queremos estar limitados por eso. Este nos parece un programa muy lento. Nos preocupa que Estados Unidos no pueda alcanzar la órbita terrestre baja si la estación espacial se apaga. Creemos que poner algo en órbita para 2026 o 2027 sería ideal”, indicó Roth.
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