Hace menos de un año en la conferencia de desarrolladores de Apple se anunció el lanzamiento de Big Sur, la nueva iteración de su sistema operativo. Los rumores se confirmaban, llegaba un cambio total a la estética, un diseño que unificaba a las computadoras con los dispositivos móviles y mejoras al sistema de mensajería, pero lo que no se esperaba es que esa noticia terminaría con la carrera de dos décadas del legendario MacOS X.
El 24 de marzo de 2001 Apple lanzó la primera versión de MacOS X al público, un sistema operativo renovado que buscaba competir con Microsoft, pero que se convertiría en mucho más que eso. 20 años después de aquel estreno el legado del MacOS X es el de una piedra angular pues no sólo se transformó en la base de cada computadora que Apple ha sacado desde entonces, también de cada iPhone, iPad, Apple Watch y Apple TV.
A finales de los 90s Apple era una multinacional que había perdido el rumbo. Entre sus líderes y directivos faltaba visión, Microsoft estaba apoderándose del mercado y estaban al borde de la bancarrota. Pero con la llegada del nuevo siglo ocurrieron cambios que fijarían un curso a ser la compañía más valorada del mundo.
De vuelta en los 90s Apple tenía un problema mayúsculo: su sistema operativo era anticuado y el desarrollo del nuevo no progresaba de manera favorable. Gil Amelio, el CEO de ese entonces, no estaba generando resultados positivos ni soluciones para los diferentes problemas que atravesaba la compañía.
Apple no sólo necesitaba un sistema operativo que pudiera competir con Windows, además tenía que regresarlo al juego y recobrar la confianza de sus inversionistas. Entonces decidió apostarlo todo y compró NeXT, la compañía del mismismo Steve Jobs. Ese sistema operativo es la base sobre la que se construyó MacOSX.
Después de haber sido obligado a renunciar como CEO de Apple, Steve Jobs regresaba como el hijo pródigo y lo hacía con 429 millones de dólares en el bolsillo pues eso fue lo que pagó Apple por su sistema operativo. Aunque claro que eso no se compara con los más de 260 billones de dólares que la compañía vale actualmente.
Ese crecimiento tan acelerado y el dominio del mercado no podría explicarse sin el MacOS X, un sistema operativo basado en Unix, que lo hace increíblemente sólido, seguro y estable. Pero eso no es todo, el sistema operativo ha logrado evolucionar al mismo ritmo que el resto de la tecnología y la demanda comercial, su versatilidad es la razón por la que pudo integrarse a la era de los smartphones.
Cuando Steve Jobs anunció el lanzamiento del iPhone y dijo que su sistema operativo era el mismo que estaba dentro de las Macs nadie parecía creerlo. No entendían como era posible que un teléfono corriera con la misma base que una computadora de escritorio. O se trataba de una broma o sería el teléfono más lento, pesado e incómodo de la historia.
Pero el iPhone es el teléfono inteligente más popular de toda la historia y el dispositivo que marca un antes y un después en la esfera de la tecnología y en el mundo en general y todo gracias al código que habita en su interior. Sin MacOS X no existiría el iPhone, el iPad, el Apple Watch o Apple TV.
20 años después el mundo se despide de la “X” para darle la bienvenida a Big Sur, el nuevo MacOS 11. Sin duda es el fin de toda una era de innovación y creación, una leyenda acompañada por un genio y un visionario, sus fracasos y sus éxitos, pero también la historia de una compañía que cerca del colapso logró reponerse con una idea brillante.
El número de personas que utilizan iPhones o iPads es mucho más grande que las que usan Macs. El cambio es necesario, Steve Jobs estaría de acuerdo con eso aunque significara cerrar uno de los últimos capítulos de su legado. No nos queda otra opción más que actualizarnos.
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