Migrar información de una red social a otra podría ser un derecho en Estados Unidos

El proyecto de ley de portabilidad de datos fue presentado días atrás en el Senado. Posteos, fotos, videos, historiales de chat y otros contenidos podrían ser transferidos de una plataforma a otra en un plazo de hasta 120 días. Qué contempla el reglamento europeo al respecto. La palabra clave: interoperabilidad

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Días atrás, legisladores de Estados Unidos presentaron un proyecto de ley que podría convertirse en un nuevo derecho para los usuarios de internet. Permitiría el fácil traspaso de fotos, historiales de chat, posteos, listas de amigos, información de perfil y otros contenidos entre distintas plataformas. Básicamente, es la ley de portabilidad de datos.

Hoy, la portabilidad numérica permite a los usuarios de telefonía móvil cambiar de compañía prestadora del servicio fácilmente. Es un proceso que no puede demandar más de un día hábil. Así como existe este derecho (que solo involucra el número y no el traspaso de datos del usuario), en un futuro cercano plataformas como Facebook o Twitter, entre otras, dispondrían de 120 días para el traspaso de información de una empresa a otra.

El proyecto es denominado ACCESS Act (Augmenting Compatibility and Competition by Enabling Service Switching, es decir, Aumentando la Compatibilidad y la Competencia a través de Conmutación de Servicios). Lo encabezan los senadores demócratas Mark Warner y Richard Blumenthal, y el republicano Josh Hawley.

“Al hacer que sea más fácil para los usuarios de redes sociales mover sus datos o continuar comunicándose con sus amigos después de cambiar de plataforma, las nuevas empresas podrán competir en igualdad de condiciones con las compañías de redes sociales más grandes”, dijo Warner en un comunicado subido a la plataforma del Senado de Estados Unidos.

El senador plantea que los usuarios podrán administrar mejor sus cuentas en diferentes plataformas.”Al permitir la portabilidad, interoperabilidad y delegabilidad, este proyecto de ley colocará a los consumidores en el asiento del conductor respecto de cómo y dónde usan las redes sociales", señaló.

La clave: la interoperabilidad

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El derecho a la portabilidad tiene como objetivo principal empoderar a los ciudadanos de un mayor control sobre sus propios datos”, señala a Infobae Miguel Sumer Elías, abogado especialista en Derecho Informático, director de Informática Legal.

Facilitaría el derecho a mover, copiar, o transmitir los propios datos de un entorno IT a otro. El proyecto plantea que las redes sociales podrían estar obligadas a tener sistemas interoperables con otros. Se trata de interfaces que se deberán crear para que las distintas plataformas puedan ser compatibles para el traspaso de información.

“Uno de los principales problemas que tiene la portabilidad es, si bien es un derecho con muy buenas intenciones, el formato. No hay un formato estandarizado para la portabilidad, tampoco se especifica en el artículo 20 del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea”, dice Sumer Elías.

El GDPR consagra el derecho a la portabilidad de los datos: “El interesado tendrá derecho a recibir los datos personales que le incumban, que haya facilitado a un responsable del tratamiento, en un formato estructurado, de uso común y lectura mecánica, y a transmitirlos a otro responsable del tratamiento sin que lo impida el responsable al que se los hubiera facilitado”. Sin embargo no existe aun interoperabilidad.

De todas formas, a partir de GDPR y su sección de portabilidad de datos, varios servicios comenzaron a sumar funciones para que un usuario pueda obtener su información. Google, por ejemplo, ofrece la herramienta Takeout, un sistema de exportación de datos de todos los servicios del gigante tecnológico.

Es posible tener toda la información que una persona ha subido a las diferentes plataformas, pero no permite la portabilidad de datos. Otras compañías como Microsoft, Facebook y Twitter también ofrecen entregar carpetas con posteos, fotos y otros contenidos del usuario (y cada vez más, están mejorando estos servicios).

También estarían trabajando en el desarrollo de proyectos vinculados a cómo podría ser la transferencia de datos en un futuro. Será clave que las grandes empresas trabajen en cooperación. Por eso, las interfaces de programación de aplicaciones (API) serán la clave para que sea posible acceder a la información al transferir datos.

Para que la portabilidad pueda llevarse a cabo, debe existir una homogenización de los estándares que utilizan las distintas organizaciones con sus propios datos. “No es cuestión de que cada uno implemente su propia tecnología. Hay estándares tecnológicos y jurídicos", agrega el abogado.

Qué sucede en la Argentina

En la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, sancionada en el año 2000, todavía no existe el derecho de la portabilidad de datos. “Esta ley es casi una copia exacta de la ley española de protección de datos del año 1992, créase o no. Hay un proyecto bastante consensuado entre los distintos partidos políticos de reforma de la ley”, señala Sumer Elías.

Por la coyuntura política, no vio la luz aun. “Copia el espíritu del GDPR y, aparentemente, si todo va bien, el año que viene estaríamos teniendo una nueva ley de protección de datos personales, similar a la europea, en la cual también se induce el derecho a la portabilidad", expresa el abogado.

¿Podría entonces ser posible la portabilidad de datos?

“Sobre la factibilidad de que el proyecto se concrete, es difícil de decir. El lobby de las grandes empresas tecnológicas es alto. La implementación seguramente sea lo más complejo, ya que todas las empresas a las que aplicaría la ley deben a su vez establecer algún tipo de estándar para que los usuarios puedan subir esos datos o ´importarlos´, y aprovecharlos en otro servicio”, señala a Infobae Leandro Ucciferri, analista de políticas públicas de ADC (Asociación por los Derechos Civiles).

Ucciferri se refiere a un artículo de The Verge en el que se aclara que el proyecto de ley también le otorga al NIST (el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología) 180 días para publicar estándares técnicos de interoperabilidad en diferentes tipos de plataformas. “En ese trabajo del NIST va a estar un poco el éxito de cómo se implemente a largo plazo”, asegura.

Respecto de las lecturas negativas del proyecto, Ucciferri plantea que algunas empresas argumentan que es peligroso introducir el derecho de portabilidad por poner en riesgo la protección de la privacidad. “Este argumento me parece una simple excusa para evitar dar una conversación mucho más complejo que implica darle el poder a los usuarios de definir cómo quieren utilizar sus datos personales”.

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