¿Cómo funcionan las cosas? Era la pregunta recurrente del científico Robert Noel Hall durante su infancia. Su tío solía llevarlo a ferias técnico-electrónicas en la ciudad de New Haven, en el estado de Connecticut, Estados Unidos, durante décadas tempranas del siglo XX. Y entonces, encontraba respuestas.
Hall nació en Navidad de 1919 en la misma ciudad donde su tío lo llevaba a estos encuentros. A los 23 años, apenas obtuvo su título de grado en Física en el Instituto de Tecnología de California (CalTech), fue contratado por la compañía General Electric (GE) como ingeniero de pruebas en Schenectady, Nueva York. Tiempo después, volvería a CalTech en busca de su doctorado.
Su ingenio y perseverancia llevaron al físico a tener más de 40 patentes. Su legado atraviesa la vida cotidiana de las personas en todo el mundo y pocos lo saben.
Inclusive su muerte ha pasado desapercibida. Hall murió en Nueva York, el 7 de noviembre de 2016, de una neumonía, a los 96 años. Pero salió a la luz casi dos años después, cuando el diario New York Times publicó la noticia.
En todas partes
Cuando pagamos en la caja del supermercado o en los hogares, están las innovaciones de Hall. Desarrolló, por ejemplo, la tecnología láser presente en los lectores de código de barras.
Además, desarrolló un tipo de magnetrón (dispositivo que convierte energía eléctrica en electromagnética), componente clave para el funcionamiento del horno microondas.
Ya durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en magnetrones de onda continua para atrapar radares enemigos. Años después, luego de la guerra, creó un nuevo tipo de magnetrón que terminó siendo un elemento imprescindible de los hornos microondas.
Un inventor corporativo
"Hall tuvo 43 patentes y sus principales inventos fueron el Magnetrón, el Diodo de Germanio -clave en la detección de luz infrarojo-, el Diodo Láser -utilizado en numerosos dispositivos electrónicos- y el Láser de inyección semiconductor -dispositivo usado en todos los reproductores de discos compactos (CDs) e impresoras láser-", dice a Infobae Eduardo Fernández, inventor profesional, Director de la Escuela Argentina de Inventores y del Foro Argentino de Inventores.
Acerca de Hall, Fernández señala: "Es muy conocido y valorado dentro de la comunidad científica, pero muy poco o nada conocido dentro de la comunidad de inventores profesionales independientes".
Continúa: "Hall fue básicamente un científico e inventor profesional corporativo, no exactamente ´un inventor profesional independiente´, que son cosas muy diferentes. Es decir, que luego de graduarse como físico, comenzó a trabajar en el Laboratorio de I+D (Investigación y Desarrollo) de la GE, con un sueldo, con un presupuesto específico, e investigando sobre temas de potencial interés comercial para esa empresa".
En este sentido, diferencia a Hall de otros inventores. "Él, personalmente, no se interesaba, ni se involucraba en el desarrollo técnico y comercial de ´productos vendibles´, como sí lo hacen los ´inventores profesionales independientes´. La dueña de las patentes de sus inventos era y es la empresa GE", indica.
En una entrevista realizada en 2004 por el Centro de Historia del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (sus siglas en inglés IEEE), el científico reveló cómo debía tener cuidado al hablar con colegas de otras compañías.
Las conversaciones podían ser solo de material ya publicado o patentado, debido a medidas antimonopólicas y por miedo al robo de ideas.
El microondas en la Argentina
Basta con ir al supermercado o a diferentes locales comerciales para encontrar la tecnología láser de Hall. Pero, ¿qué sucede con el horno microondas? Este dispositivo que fue furor en la década del 90, ¿aún es usado por los argentinos?
"En el último año se vendieron aproximadamente 550.000 microondas. Es un mercado maduro, y en los últimos años mantuvo esos números. 3 de cada 4 familias posee microondas en su hogar", señala a Infobae Sebastián Cavassa, Gerente Comercial de Productos para la cocina de BGH.
Según informa AFARTE (Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica) a Infobae, entre producción e importación, en 2016 hubieron en el mercado 582.050 hornos microondas (número creciente respecto de su año anterior).
En 2017, este número bajó a 394.948 unidades. Durante el primer trimestre de 2018, la cifra es de 61.236 unidades.
Mucha energía, ¿peligros?
El microondas es muy versátil en sus funciones (descongelación, calentamiento, cocción), sin embargo es un gran consumidor de energía. Al generar calor a altas temperaturas en un período breve de tiempo, tiene un consumo equivalente a tres hornallas chicas, de acuerdo al "Programa Pruebas de desempeño de productos – Hornos de microondas" del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial).
Por otro lado, según la "Guía de buenas prácticas para un uso responsable de la energía", del Ministerio de Energía y Minería, no existen efectos residuales del calentamiento de alimentos provocado por las ondas electromagnéticas. Sin embargo, recomiendan tener cuidado con los materiales que se utilizan.
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