Hacia fines de abril se filtró un proyecto de ley que regularía la situación de los eSports en Argentina, al incorporarlos a un circuito deportivo formal a nivel nacional que los vincularía a la actual Ley de Deportes.
En principio, fue una iniciativa muy bienvenida por parte de la comunidad gamer local. Pero una rápida lectura de sus artículos generó una polémica y posterior negativa a su aplicación tanto por parte de los jugadores como de diferentes asociaciones.
Los principales puntos que generan conflicto son los artículos 3 y 4, que excluirían tanto a los juegos que generen "furia, agresión o crueldad" como a cualquiera en primera persona (FPS) o incluso los MOBA (Multiplayer Online Battle Arena) de ser considerados como eSports. Infobae se reunió con dos de los autores del proyecto para que expliquen esta iniciativa y por qué decidieron dejar afuera en esta primera versión a cierto tipo de videojuegos.
Josefina Mendoza, diputada nacional de la UCR , considera que los eSportos son "una práctica que ha crecido a lo largo del mundo" y ve "necesario que el Estado regule la situación. Nos parece importante, desde el Congreso Nacional, generar una iniciativa que vaya en pos de eso".
El proyecto toma experiencias legislativas como la coreana (en el año 2000 Corea del Sur creó la Asociación Coreana de Deportes Electrónicos) o la alemana. Sería la primera ley en la región que contemple la situación de los deportes electrónicos.
El diputado Hernán Berisso -Cambiemos- enumera entre los beneficios que se aprobarían con el proyecto algunos que recorren desde lo social, "hasta lo económico".
Berisso asegura que en Argentina hay 3.800.000 jugadores, de los cuales el 20 por ciento tienden al profesionalismo. "No pueden hacerlo porque no hay legislación vigente", asegura. Y hasta se anima a pensar en los ciberatletas dentro de un marco legal que los contemple.
Desde el otro lado del mostrador, César Vidal Scasso -presidente de la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos de Argentina- también lo pondera: "Primero, está el reconocimiento a nivel país, el apoyo y el romper con un paradigma; segundo, presentar con otro respaldo proyectos en pos de la ponderación de los deportes electrónicos". Vidal Scasso piensa en un mediano plazo en la posibilidad de federalizar deportistas y lograr que el CENARD incluya deportes electrónicos.
Al poco tiempo que se conoció el proyecto, la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos Argentina (ADEEMA) y la Asociación de Deportes Electrónicos y Videojuegos de Argentina (DEVA) presentaron sus reservas sobre los artículos. "Hay una diferencia entre algo que fomente violencia y algo que fomenta diferentes capacidades", remarca Vidal Scasso.
Berisso relativiza la importancia de no colocar a los FPS y juegos de pelea dentro de la categoría de eSports, ya que considera que los juegos deportivos son los más populares. Según una encuesta de Eventbrite, la comunidad gamer de Argentina prefiere en su mayoría los juegos del género de acción y aventura (23%) y en segundo lugar los shooters (18%).
Tras la reacción negativa, los legisladores recibieron a diferentes representantes tanto de ADEEMA como de DEVA para presentar su desacuerdo. "Todos concordamos en que es bueno avanzar en una legislación y que obviamente después se discutirá sobre la reglamentación de la ley y la autoridad de aplicación y cuáles son los beneficios concretos que van a tener los deportistas", recuerda Mendoza.
Si bien ambos artículos están en revisión, no hay una garantía cierta de su cambio. Aún falta que se presente y discuta en las comisiones de Deportes, Comunicaciones e Informática, así como en Presupuesto y Hacienda antes de que tenga tratamiento en la Cámara de Diputados.
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