Juan Martín Maldacena: “Hawking personificaba el poder del intelecto”

El reconocido científico argentino contó cómo fue la experiencia de trabajar con el físico. Destacó su fuerza de voluntad, capacidad y humor

Guardar
Juan Martín Maldacena trabaja en la Universidad de Princeton
Juan Martín Maldacena trabaja en la Universidad de Princeton

Juan Martín Maldacena, físico argentino reconocido internacionalmente, tuvo la oportunidad de trabajar con Stephen Hawking. Maldacena recibió múltiples distinciones, entre ellas el Konex de Brillante y el Premio en Física Fundamental Yuri Milner.

El científico, que actualmente se desempeña como profesor del Institute for Advanced Study, de la Universidad de Princeton habló con Infobae sobre sus días junto a Hawking y su importancia para la ciencia.

-¿Cuándo trabajó con Stephen Hawking?

– Lo conocí cuando yo todavía era un estudiante y trabajé con él en 1998, cuando yo era profesor de Harvard. Él vino durante un mes y trabajamos sobre un aspecto de la relación entre teoría de la gravedad de Einstein y la mecánica cuántica.

-¿Cómo era la dinámica de trabajo?

-Nos reuníamos durante el día, debatíamos unos 15 o 20 minutos y luego sacábamos nuestras conclusiones. Por supuesto que era difícil comunicarse con él. Le llevaba un tiempo expresar sus pensamientos, por su situación pero tenía mucha capacidad.

-¿Cómo era Hawking?

-Era ingenioso y tenía mucha fuerza de voluntad. Él personificaba el poder del intelecto, porque a pesar de estar confinado en una silla no dejaba de imaginar todo el universo y sus posibilidades. En un punto todos estamos confinados porque estudiamos, desde la Tierra, lo que pasa en el universo, pero él estaba más limitado todavía, y sin embargo eso no lo detenía.

-¿Alguna vez lo escuchó quejarse por esas limitaciones físicas que tenía?

-La verdad que no. Estaba acostumbrado y hacía todo lo que podía dentro de su situación.

-¿Tenía sentido del humor?

Sí. Me acuerdo que cada vez que alguien le decía que había comprado su libro, el decía: "Gracias por darme un dólar". Y también solía decir que estaba contento porque su libro se había vendido más que Sexo, el libro de Madonna.

Stephen Hawking recibiendo la Medalla de la Libertad de las manos del presidente Obama en 2009 (REUTERS/Jason Reed/archivo)
Stephen Hawking recibiendo la Medalla de la Libertad de las manos del presidente Obama en 2009 (REUTERS/Jason Reed/archivo)

-¿Cuál cree que fue su mayor aporte científico?

Su trabajo fue muy importante. Sobre todo un artículo sobre si los agujeros negros pierden la información o no. Se ha hecho mucho progreso en ese sentido. Se logró entender mejor la relación entre los agujeros negros y la Teoría Cuántica.

-¿Para qué sirve entender cómo funcionan los agujeros negros?

-Un agujero negro nos sirve para entender la naturaleza del espacio-tiempo. Son espacios donde el tiempo se deforma. Esto está explicado por la Teoría de la Relatividad y hay mucha evidencia sobre este tema, como la observación de las ondas gravitacionales.

-¿Se puede decir por eso que, de alguna manera, el tiempo lineal no existe?

-El tiempo existe. Es una dimensión del espacio- tiempo. No sabemos si el tiempo es circular. Se puede ir hacia atrás en el tiempo hasta el Big Bang y ver consecuencias, pruebas de lo que ocurrió.

“Estoy confinado a una silla de ruedas, pero en mi mente soy libre”, dijo Stephen Hawking
“Estoy confinado a una silla de ruedas, pero en mi mente soy libre”, dijo Stephen Hawking

-¿En qué está trabajando usted ahora?

-Sigo tratando de entender por qué no se pierde la información en los agujeros negros (Nota: los agujeros negros tragan materia pero no destruyen la información que contiene esa materia). Hay dos modelos, que podrían describirse como dos lenguajes si se quiere, que son la Relatividad General y el de la Mecánica Cuántica. La idea es poder explicar y entender todo dentro de las dos teorías.

-Tengo entendido que usted es católico. ¿Cómo logra compatibilizar sus creencias con la ciencia?

-Desde la física no se puede entender totalmente cómo funciona el universo.

-¿A qué se refiere puntualmente?

-Al propósito del universo, por ejemplo. Eso no se entiende desde la física.

Maldacena trabajó con Hawking en 1998, en la Universidad de Harvard
Maldacena trabajó con Hawking en 1998, en la Universidad de Harvard

-Hawking era ateo. ¿Alguna vez hablaron de religión?

-No, nunca hablamos del tema

-¿Cuál cree que fue su motivación para acercarse a la ciencia?

-Creo que lo motivaba la satisfacción de hacer una contribución valiosa. Tenía entusiasmo y mucha fuerza de voluntad.

-Fue uno de los científicos más importantes del siglo

-Sí, fue uno de los científicos más importantes y también más conocidos. Se convirtió en una verdadera celebridad.

-El hecho de que fuera considerado una celebridad, ¿lo convirtieron en una persona poco accesible?

-No, él era una persona que podía hablar con cualquiera. De hecho  la primera vez que hablé con él yo era apenas un estudiante.

SEGUÍ LEYENDO: 

Tres advertencias que lanzó Stephen Hawking antes de morir

Las 27 frases más recordadas de Stephen Hawking

Los argentinos dentro de la "Máquina de Dios"

Guardar