El consumo incidental de noticias no es un fenómeno nuevo —caminar por la calle y al paso mirar algo en los televisores de un comercio es eso, por ejemplo— pero las redes sociales hicieron que sea la forma principal de informarse en muchas sociedades modernas. Consumimos noticias sin buscarlas: la información sobre la actualidad nos encuentra en nuestras cuentas de Twitter, WhatsApp, Facebook, Instagram, Snapchat.
Según una encuesta de Eugenia Mitchelstein y Pablo Boczkowski, dos tercios de las personas —un porcentaje que aumenta al 73% entre los jóvenes— reconoce que ven las noticias mientras navegan en las redes sociales.
Los expertos indagaron en las razones que causan este aumento del consumo informativo al paso, que al cambiar la relación entre las personas y la noticia puede afectar desde la toma de decisiones sobre las pequeñas cosas cotidianas hasta la salud de la democracia, como se ve en la investigación del Congreso de los Estados Unidos acerca de las noticias falsas en Facebook durante la campaña presidencial de 2016.
Un total de 700 encuestados de Buenos Aires y el Conurbano, de 18 a 75 años, revelaron muchos datos sobre este fenómeno en pleno desarrollo, una transición de consecuencias imprevisibles. El consumo incidental no sólo es mayor entre los jóvenes: también entre los más conectados de todas las edades, como las mujeres y las personas de mayores recursos.
El estudio, publicado en la Revista Mexicana de Opinión Pública, también encontró que la pantalla donde las personas encuentran las noticias con más frecuencia es la del teléfono inteligente, ubicuo y portátil, ya que permite la conexión constante.
La profesora de la Universidad de San Andrés y el profesor de Northwestern University encontraron que la misma naturaleza de internet permite que el consumo incidental de noticias potencie "las interacciones entre sitios [de medios] y redes" y "el vínculo con otras personas como fuentes de información".
Desde que, al comienzo de la web, una búsqueda permitía averiguar cosas al pasar, entre los resultados secundarios, el acceso casual a las noticias se ha multiplicado, en particular por el crecimiento de las redes sociales.
Allí surgen las primeras diferencias: los más jóvenes, "que son más propensos acceder a redes sociales y que no formaron otros rituales de acceso a las noticias, como la lectura de diarios o la atención rutinaria a un programa de noticias en la televisión, probablemente accedan más a noticias de manera incidental", señalaron Mitchelstein y Boczkowski (quien también es codirector del Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina, MESO).
También las mujeres son más propensas a rozarse con la información de este modo: "Se conectan en mayor proporción y con mayor frecuencia a redes sociales". Y como para distinguir los contenidos la educación juega un papel, "los individuos con mayor poder adquisitivo pueden incorporar más información de las noticias que sus pares menos privilegiados".
Aunque el dispositivo facilita más o menos la información casual (no es lo mismo una computadora de escritorio, una portátil, una tableta o un smartphone), lo que realmente importa es la frecuencia de conexión: "Quienes dicen estar conectados 'casi constantemente' tienen un 52% más de probabilidades de acceder a noticias de manera incidental a través de redes sociales que quienes no lo hacen", según el estudio.
Tampoco es lo mismo una red social que otra: "Mientras que Facebook y Twitter operan como espacios de adquisición de información, Instagram y WhatsApp aparecen principalmente como destinadas a la sociabilidad", hallaron los autores. En algunas hay más noticias; en otras, más paisajes y mascotas.
Quizá uno de los datos más interesantes que descubrieron Mitchelstein y Boczkowski es que quienes temen el fin de los medios de comunicación pueden estar equivocados. "El acceso incidental a la información en redes sociales complementa en lugar de remplazar los hábitos informativos preexistentes", escribieron, ya que el scrolling en la pantalla del celular no compite con la pantalla de la computadora o el televisor. Mucha gente participa en redes sociales al mismo tiempo que se informa en un sitio o por medio de un noticiero.
Más todavía: "Ambos tipos de consumo se potencian entre sí", notaron. "Es posible tanto cliquear un hipervínculo para llegar a la información en un sitio de noticias, como compartir un artículo a redes sociales desde un sitio de noticias". Y los usuarios lo hacen constantemente.
Por último, los expertos alertaron sobre el efecto de burbuja que crean los filtros de las redes y los usuarios multiplican en sus intercambios: "Al abandonar la búsqueda deliberada de información, se podría reforzar la burbuja informativa".
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