El tirón de orejas sorprendió: dos fondos de inversión que son accionistas de Apple hicieron público un comunicado en el que instaban a la propia compañía de la que son "dueños" a mejorar la tecnología de iPhone, el smartphone emblema de la manzanita, para combatir posibles adicciones de los chicos.
La empresa más grande del mundo, con un valor de mercado de más de 880.000 millones de dólares, se tomó unos días y dio señales de reacción. Tibias, pero señales al fin.
"Apple siempre ha tenido en cuenta a los niños, y trabajamos duro para crear grandes productos que inspiren, entretengan y eduquen a los niños al mismo tiempo que ayudan a los padres a protegerlos en Internet", dice la compañía en un comunicado que difundió Business Insider.
"Tenemos nuevas características y mejoras planificadas para el futuro, que agregarán nuevas funcionalidades y harán estas herramientas aún más robustas", asegura la respuesta, aunque no da detalles sobre esas nuevas características.
La empresa argumenta que con el sistema operativo iOS los padres ya pueden controlar el contenido que ven sus hijos en los móviles (apps, videos, etc.), y que esa es una característica disponible desde 2008.
"Consideramos cómo se utilizan nuestros productos y el impacto que tienen en los usuarios y las personas que los rodean. Nos tomamos esta responsabilidad muy en serio y estamos comprometidos a cumplir y a cumplir las expectativas de nuestros clientes, especialmente cuando se trata de proteger a los niños", finaliza la declaración.
Así, de manera oficial, el gigante que fundó Steve Jobs intenta poner paños fríos a la dura crítica que le hicieron el fondo neoyorquino Jana Partners y CalSTRS, el fondo estatal de pensiones de maestros de California. Ambas entidades tienen acciones de Apple por más de 2.000 millones de dólares, se habían mostrado muy preocupadas y le exigían ser un ejemplo de la industria tecnológica en cuestiones referidas a la responsabilidad hacia los más jóvenes.
Los voceros de los fondos creen que los cambios no deberían significar un problema para Apple porque no implican cambios en el hardware de los equipos sino en sus sistemas. "Esto debería ser una solución fácil para Apple", dijo Barry Rosenstein a CNBC. "No hay duda de que debe ser más sensible a las necesidades de los niños", agregó.
"Hay un consenso en todo el mundo, incluido Silicon Valley, sobre que las posibles consecuencias a largo plazo de las nuevas tecnologías tienen que valorarse desde el principio, y ninguna empresa puede delegar esa responsabilidad", detalla la carta que se conoció el fin de semana pasado: "Apple puede jugar un papel decisivo al mostrar a la industria que prestar atención especial a la salud y el desarrollo de la próxima generación es tan bueno para los negocios como la acción correcta".
El texto firmado por los dos fondos accionistas cita varios estudios, como uno realizado por Jean M. Twenge, psicólogo, profesor de la Universidad de San Diego y autor del libro iGen, que asegura que los adolescentes estadounidenses que pasan cinco horas o más por día usando dispositivos electrónicos tienen un 71% más de probabilidades de tener un factores de riesgo vinculados al suicidio que los que usan los aparatos menos de una hora.