1. Cerrar todas las aplicaciones para mejorar la duración
Esto no solo que no es cierto sino que es exactamente al revés. Si se cierran constantemente aplicaciones que se utilizan de manera constante, cada vez que se reinicie se obliga al equipo a consumir más y más energía. Sí es cierto que es recomendable cerrar las apps que funcionan en segundo plano y que son las que más consumen batería.
Para hacer esto, en el caso de Android, se debe ingresar en Ajustes y buscar Opciones de desarrollador. Si no figura en el menú habrá que ir hasta la opción Acerca del teléfono /Información del software y presionar varias veces en Número de compilación hasta que se avise que se activó la opción de desarrollador.
Después hay que ir hasta Aplicaciones, presionar en los tres botones en el margen superior derecho, y elegir Acceso especial, luego Optimizar uso de la batería, seleccionar Todas las aplicaciones, y así se puede seleccionar, una a una, qué apps se quieren limitar en segundo plano.
En el caso de iPhone hay que ingresar a Configuración/General/Actualización en segundo plano. Allí se puede optar por limitar todas las actualizaciones o cuáles en particular se quieren desactivar.
2. Si es grande, dura más
El tamaño de la batería es importante pero no es el único factor a tener en cuenta a la hora de medir el rendimiento del equipo. El consumo de energía está atravesado por múltiples factores entre los que se incluye el procesador, la resolución de la pantalla y el tipo de aplicaciones que se usan.
Los equipos más potentes, es decir con mejor hardware y display de alta resolución, consumen más energía que los dispositivos más modestos. Por otro lado, hay ciertas aplicaciones, como Facebook o YouTube, por ejemplo, que generan un consumo energético mayor.
3. Hay que descargar la batería por completo
Este mito se arrastra de la época en que se usaban baterías de níquel, que tenían lo que se llama efecto memoria. Es decir que había que descargarlas por completo antes de volver a conectarlas para que no se perdiera la capacidad de respuesta. Las baterías de litio que se usan en la actualidad no tiene este problema, ya que integran circuitos inteligentes.
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4. No hay que dejar la batería conectada toda la noche
Se suele decir que esto es un riesgo porque si la batería sigue conectada una vez que llegó al tope se podría recargar de calor. Sin embargo, esto no debería suceder ya que cuando se alcanza la totalidad de la carga, se activa un sistema que automáticamente detiene el paso de corriente al equipo, para evitar la sobrecarga. Al menos esa es la tecnología que incorporan los modelos en la actualidad.
5. La carga rápida puede dañar el teléfono
No hay pruebas para asegurar esto. Los sistemas de carga rápida funcionan en un rango de tensión y corriente que impide que se dañen a las baterías. Esto es parte de los desarrollos tecnológicos que fueron sumando las diferentes compañías generadores de procesadores para celulares.
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