Tecnologías que incluyen: aplicaciones educativas para niños con necesidades especiales

Pablo Fiuza, coordinador de la Comisión de Inclusión de CESSI, contó cómo nació Proyecto DANE, una iniciativa que busca crear herramientas para favorecer la inclusión de niños con capacidades diferentes

Hay quienes dicen que las cosas no suceden porque sí. Que todo es por algo. Que nada está librado al azar. Quizás sea así o quizás todo dependa del observador, y lo que decida ver. Pablo Fiuza, miembro de la comisión directiva y coordinador de la Comisión de Inclusión de CESSI y Proyecto DANE, desarrolla aplicaciones para niños con necesidad especiales casi de casualidad (o quizás se haya tratado de una "causalidad").

El disparador fue Agustín, que es hijo de unos amigos de Pablo y que tiene diagnosticado TGD. "Una noche estábamos cenando y vimos que Agus estaba sentadito con una tablet. Le preguntamos a nuestros hijos si alguno le había enseñado cómo prenderla, abrir las app, pero no", cuenta, en diálogo con Infobae.

Agus, que en ese entonces tenía 8 años, había aprendido por su cuenta. Quedó absorto con el nuevo "juguete electrónico". La madre se sorprendió porque Agustín nunca antes se había conectado tan rápido con algo nuevo. Enseguida pensó que la tablet podría ser de gran ayuda para su hijo.

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"Aquella noche no fue una más. Fue ahí cuando se comenzó a gestar la idea de usar la tecnología para ayudar a las personas", dice Pablo, que en ese entonces llevaba 20 año desarrollando software para empresas.

Un tiempo después, asistió a una charla organizada por una agrupación de padres con niños con Síndrome de Down y "muchos nos decían que sus hijos usaban los dispositivos táctiles más que las computadoras tradicionales. Confirmaban lo que habíamos visto con Agustín. Nos propusieron crear aplicaciones para tablets pensadas para chicos con discapacidad y ese día me decidí".

Así surgió Proyecto DANE, que tiene como finalidad, "mejorar la vida de las personas", resume Pablo. En la página hay 15 aplicaciones gratuitas, disponibles para tablets y celulares con iOS y Android. En tres años ya tuvieron cerca de 80 mil descargas.

Hay apps para armar rompecabezas, aprender palabras, describir emociones, entender el concepto de los opuestos e identificar sonidos, entre muchas otras cosas. Si bien el contenido es para todos los niños, el foco está puesto en aquellos que tienen algún tipo de dificultad neurológica. "Las estuvimos probando también en dos o tres escuelas y el resultado fue muy bueno", destaca el emprendedor.

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Las aplicaciones tienen como finalidad ayudar al desarrollo de diferentes habilidades como la memoria, atención, lenguaje, orientación, lectoescritura y psicomotricidad. En lo que respecta al diseño, se emplean gráficos más grandes o coloridos y las fotos son más realistas para que resulte más sencillo para los niños identificar la imagen con su correlato en la vida real.

"Desde que iniciamos con Proyecto DANE se fue armando un equipo cada vez más grande, formado por emprendedores, docentes, universidades y empresarios, y entre todos fuimos aprendiendo y definiendo las características que debían tener las apps para ser más inclusivas y que puedan realmente servir para cambiar y mejorar la vida de las personas", remarca Pablo, que recientemente participó de Tecnologías que incluyen, una jornada donde se compartieron distintos proyectos y experiencias educativas inclusivas.

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El evento, que se llevó adelante el 20 de octubre en el Konex, fue organizado por la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI) y contó con el apoyo de las asociaciones ASDRA, APAdeA, Fundación UADE, Fundación Nosotros, Fundación Argentina de Afasia, Polo Educativo Pilar, y Polo TIC Mendoza.

¿Que los chicos se conecten con un dispositivo no es nocivo? ¿acaso no propicia el encierro? "Como en todo, el equilibrio es muy importante. Si dejás a un chico con TGD con la tablet se va quedar hasta que se quede sin batería", analiza Pablo.

Y añade que, desde Proyecto DANE, realizaron una encuesta con padres de niños con capacidades diferentes y más del 50% dijo que a sus hijos este tipo de desarrollos tecnológicos los "ayuda mucho para adquirir las habilidades cotidianas como usar dinero, ir al supermercado o tomarse un colectivo. La tecnología bien utilizada puede aportar muchísimo", concluye.

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