“Quem aposta no dólar perde”: a nota de um milhão de pesos, símbolo do fracasso econômico do governo militar
Em novembro de 1981, o Banco Central da República Argentina emitiu a nota de denominação mais alta do mundo. Diante do colapso da economia, a substituição do então presidente de fato Roberto Viola por Leopoldo Galtieri e a chegada de Jorge Anaya à Marinha deram origem à Operação Malvinas como válvula de escape
«Chi scommette sul dollaro perde»: la banconota da un milione di pesos, simbolo del fallimento economico del governo militare
Nel novembre 1981, la Banca Centrale della Repubblica Argentina ha emesso la banconota di taglio più alto al mondo. Di fronte al crollo dell'economia, la sostituzione dell'allora presidente de facto Roberto Viola da parte di Leopoldo Galtieri e l'arrivo di Jorge Anaya in Marina hanno dato origine all'Operazione Malvinas come valvola di sfogo
“The one who bets on the dollar loses”: the million-peso bill, symbol of the economic failure of the military government
In November 1981, the Central Bank of the Argentine Republic issued the highest denomination banknote in the world. Faced with the collapse of the economy, the replacement of then-de facto president Roberto Viola by Leopoldo Galtieri and the arrival of Jorge Anaya in the Navy gave rise to Operation Malvinas as an escape valve
“El que apuesta al dólar pierde”: el billete del millón de pesos, símbolo del fracaso económico del gobierno militar
En noviembre de 1981, el Banco Central de la República Argentina emitió el billete de más alta denominación en todo el mundo. Ante el descalabro de la economía, el reemplazo del entonces presidente de facto Roberto Viola por Leopoldo Galtieri y la llegada de Jorge Anaya a la Armada dieron pie a la operación Malvinas como válvula de escape
El plan de la Armada que llevó a la guerra de Malvinas y los esfuerzos de un empresario por evitar el conflicto
En 1981, tras bambalinas, se decidió desalojar al general Viola del poder y colocar allí a Galtieri con el visto bueno del almirante Anaya. El empresario Carlos Bulgheroni -enterado de la situación- agotó las instancias para detener lo que, veía, se encaminaba hacia un desastre para el país. Muchos años después, un protagonista le dio la razón. Pero ya era tarde