La mujer que apuñaló y cocinó la cabeza de su amante en un guiso para dársela a los hijos de la víctima
Katherine Knight vivió toda su vida entre violencia familiar y abusos sexuales de sus familiares. En febrero del 2000, tras tener sexo apuñaló 37 veces a Thomas Price. Luego, lo decapitó, preparó el plato del horror e intentó suicidarse. Fue condenada a cadena perpetua y nunca confesó su atroz crimen