Sufrió carencias, la muerte de su padre lo marcó y logró un título icónico para el boxeo argentino: la historia de superación del Puma Martínez
Fernando se convirtió en leyenda, a la altura de Pascual Pérez, Horacio Accavallo, Nicolino Locche y el propio Monzón. Unificó los títulos supermosca (WBA y FIB) al superar con contundencia al local japonés y tetracampeón, Kazuto Ioka. De sufrir desalojos en los conventillos de La Boca a campeón mundial de la vida