De la pileta de chapas en pandemia al Mundial para sordos: el nadador que nunca paró y tuvo su premio

La historia de Sebastián Galleguillo (21), deportista hipoacúsico, se conoció en 2020 cuando sus padres le armaron un andarivel con plásticos, troncos y climatizado en su casa para que siguiera entrenando. Tras el fin de las restricciones se fue a vivir al CENARD. Y esta semana compitió para el equipo nacional con muy buenos resultados
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De una pileta hecha con chapas al Parque Olímpico: la increíble vida de película de un nadador hipoacúsico

Sebastián Galleguillo fue convocado para entrenar en el Parque Roca. Debido a su ranking, el chico que entrenaba en un andarivel improvisado en su casa, ahora tiene un lugar entre los mejores del país
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Sebastián, un nadador de película: se entrena para los JJ.OO. de sordos y ahora le llevaron una pileta a su casa

Los padres del nadador hipoacúsico le habían armado un andarivel con chapas y ramas para que pudiera entrenarse para las Sordolimpiadas. Un fabricante de piscinas leyó la nota de Infobae y, conmovido, le donó una para que la use con sus compañeros de equipo
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Amor infinito: para que su hijo pueda nadar en las olimpíadas de sordos, le armaron una pileta con chapas, ramas y plásticos

Por la pandemia cerró el club donde entrena Sebastián Galleguillo (18), en Florencio Varela, al sur del conurbano bonaerense. Sus padres, Marta y Edmundo, vieron que el joven estaba triste porque no podía nadar y eso afectaba su salud. Así que en tres días lo resolvieron: con lo que tenían a mano armaron un andarivel en la casa
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