El día que un represor de la ESMA fue extraditado de México a España para ser juzgado por delitos de genocidio
Ricardo Cavallo vivía tranquilamente en México, donde era director del Registro Nacional de Vehículos y se lo consideró sospechoso de corrupción. Cuando el diario mexicano Reforma le pidió a su corresponsal en Buenos Aires los antecedentes del “empresario argentino” su identidad quedó al descubierto y el juez español Baltazar Garzón pidió su extradición para juzgarlo en España, adonde fue trasladado el 28 de junio de 2003