El día que el emperador de Japón leyó la rendición en la Segunda Guerra Mundial y el mundo conoció su voz

Hiroito era considerado una divinidad por su pueblo. El 15 de agosto de 1945, luego de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, habló por radio y comunicó el fin de la guerra. La intervención de Churchill que evitó que Truman lo condenara a muerte. Y el augurio de un japonés que se cumplió con creces: “Nunca perderemos nuestro orgullo... Vuelva dentro de cinco años y tendremos todo en orden; y si nos da diez años, encontrará usted un país próspero”
El día que el emperador de Japón leyó la rendición en la Segunda Guerra Mundial y el mundo conoció su voz

El soldado japonés de la Segunda Guerra Mundial que vivió 28 años escondido en la selva y comiendo ratas para no rendirse

Shoichi Yokoi era un sargento del ejército imperial japonés. Destinado en la isla de Guam durante la guerra, decidió que no deshonraría al emperador Hirohito con su capitulación. Junto a dos camaradas -que luego murieron- huyó a lo más profundo de la selva. En 1972, unos pescadores lo encontraron. El regresó a su país y su adaptación a otro mundo
El soldado japonés de la Segunda Guerra Mundial que vivió 28 años escondido en la selva y comiendo ratas para no rendirse

“Hoy callan todas las armas”: la rendición incondicional de Japón en 1945 y el plan de sabotaje de 3.000 kamikazes

El 2 de septiembre de 1945, seis años y un día después de su comienzo y con un saldo de entre 40 y 50 millones de muertos, culminó la Segunda Guerra Mundial. Cómo se negoció la firma del acuerdo bajo la sombra de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. El discurso del emperador Hiroito que provocó suicidios y el del general MacArthur, que tendió la mano a los vencidos
“Hoy callan todas las armas”: la rendición incondicional de Japón en 1945 y el plan de sabotaje de 3.000 kamikazes

Los ocho días en los que Japón quiso que la Segunda Guerra Mundial no terminara: el plan rebelde y la rendición grabada en una cinta

El 6 de agosto de 1945, con Hiroshima sepultada en el horror atómico, su población diezmada y sus edificios destruidos, Japón se negó a la rendición. Tardaría ocho días en aceptarla y 27 en firmarla. La historia de un proceso dramático, que incluyó la orden de un emperador no acatada, un intento de golpe de Estado y 700 bombarderos para sellar la paz
Los ocho días en los que Japón quiso que la Segunda Guerra Mundial no terminara: el plan rebelde y la rendición grabada en una cinta