El espía que cayó del cielo en la URSS: del temor a ser ejecutado al primer intercambio de presos de la Guerra Fría
El 19 de agosto de 1960 un tribunal soviético condenó a tres años de cárcel y otros siete de trabajos forzados a Gary Powers, un piloto capturado unos meses antes cuando su avión fue derribado en territorio soviético. Su detención derivó en el fracaso de una cumbre para limitar el uso de armas nucleares y lo convirtió en una pieza clave en el tenso ajedrez que jugaban las dos potencias más poderosas de la época