Juntó años de dudas, un documento borrado con Gillette, una confesión y denunció a su padre
“Algún día me van a decir de dónde salí”, dijo María Teresa, insultó y pegó un portazo. Llevaba años tratando de averiguarlo pero la vida se le había vuelto insoportable. Enrique, uno de sus hermanos, siguió el mismo camino y llegó a los mismos callejones sin salida. Pero en 2017, tras juntar un documento público borroneado con Gillette y una confesión, hizo la denuncia penal. “Lo que siento es impotencia”, dice mientras cuenta su historia por primera vez