Lo descubrió Pekerman a los 15 años, le hizo un caño emblemático a Battaglia y una lesión que lo marginó del Mundial marcó su vida: Livio Prieto, la otra cara de ser una promesa
Independiente y Boca pelearon por él cuando era un adolescente que jugaba en un club cordobés. Pagaron miles de dólares por su pase y debutó en primera con 16 años. Cuando se estaba instalado en el equipo del Rojo, una lesión le arrebató el Mundial Sub 20 e hizo un quiebre en su carrera