El “Señor Tijeras”, el censor de la dictadura obsesionado con el sexo y los karatecas al que Sui Generis le dedicó una canción
Entre 1976 y 1983, en la Argentina se prohibieron centenares de películas y muchísimas otras sufrieron cortes por parte de la censura. El hombre clave de esa tarea fue Miguel Paulino Tato, un personaje con luces y sombras que a la vez permitió la existencia de un circuito semiclandestino de exhibición. Presiones económicas y terror, la operación de pinzas que asfixió al cine nacional