Se posó un colibrí en su cabeza y se emocionó: “Le pedí a mi perrita una señal para saber que estaba bien”
Florencia Abraham cree que, como dice la leyenda, el ave llegó para contarle que su querida Guada, fallecida en noviembre pasado, estaba cerca de ella y se encontraba bien. El picaflor, que se dejó acariciar, permaneció en la casa unas tres horas y cerca del lugar donde la labradora solía dormir