‘El chico de la ruana’ reveló el secreto para saber si un abrigo de cuatro puntas es 100% boyacense: “Son para toda la vida”
El influenciador ha convertido esta prenda en un elemento distintivo de su contenido, con el objetivo de enaltecer la cultura boyacense y fomentar su valoración en todo el país
Fanny Lu y ‘El chico de la ruana’ sorprendieron a las mujeres en la calle: esto hicieron
La cantante se unió al creador de contenido para hacer una dinámica con la que dieron amor y empoderamiento a las mujeres en la capital de Colombia
‘El chico de la ruana’ le alegró la vida a la mujer que le inmovilizaron su puesto de venta de frutas en Boyacá: “Allí los espero”
Julián Pinilla, que está detrás de este personaje conocido en redes sociales por realizar obras filantrópicas, volvió de nuevo a meterse en el corazón de los usuarios e internautas tras el gesto que tuvo con la mujer, que ahora podrá atender a sus clientes en uno de los locales de la plaza de mercado de Tunja
Influenciador le regaló una moto al domiciliario al que le inmovilizaron su bicimotor, pero no tiene licencia de conducción
Julián Pinilla, más conocido como el chico de la ruana, ayudó a cumplirle el sueño a un colombiano que vivió un difícil episodio recientemente
Ráquira, el bello municipio cuya tradición de generaciones está en riesgo: “La mayoría de los pelados puede que aprendan, pero se van”
El aumento del precio de los insumos, las pocas ganancias y la poca mano de obra son unos de los problemas a los que se enfrentan los campesinos que quieren mantener viva la cultura del municipio
A Julián Pinilla, el “Chico de la ruana”, y a su novia les hicieron el paseo millonario
El ataque duró tres horas y algo que indignó a la pareja fue que, en medio del robo, los delincuentes les aseguraron que eran sus seguidores y que les gustaban sus videos
Youtubers intentaron sembrar cebolla y se dieron cuenta lo difícil del trabajo en el campo
El creador de contenido Julián Pinilla invitó a los Alcacos a trabajar en el campo un día, al final, según los campesinos, no se merecían ni el trago de guarapo que les dieron
