La historia de la colmena de dos metros escondida en un hotel porteño y el apicultor que removió las abejas con las manos
El hallazgo se produjo en un edificio de tres pisos en refacción, ubicado en el barrio de Barracas. Marcelo Loiseau, con más de cuatro décadas de experiencia como apicultor, lideró un operativo que incluyó el uso de humo, andamios y su propio tacto para relocalizar a los insectos. “Un par me picaron, pero fue tolerable”, contó