Las historias jamás contadas del guardián de la casa de los Maradona: de la extraña visita de un payaso al recuerdo más tierno de Diego
Claudio Langelotti, el Vigi, custodia desde hace más de 30 años la mítica propiedad de la calle Cantilo que Pelusa les regaló a sus padres y que lo tuvo como morador. Y compartió Navidades, momentos duros y de gran luminosidad: “Cuanto más lo atacan el mito se hace más grande”