Un ciudadano chino exiliado denunció haber sido víctima de persecución religiosa, torturas y robo de órganos perpetrado por el régimen
Cheng Pei Ming asegura que todavía sufre un dolor extremo cada día, dos décadas después de haber sido capturado y sometido a todo tipo de vejámenes por participar de un culto llamado Falun Gong