El último alzamiento carapintada: un gobierno advertido, el jefe rebelde que no logró escapar y un final sangriento
El 3 de diciembre de 1990 se produjo, impulsada por Seineldín, la última asonada militar de la recuperada democracia. La decisión de Menem de aplastar el movimiento, el papel jugado por Balza y la brutal muertes de dos jefes militares
De “la cara de guerra” y los tanques a la rendición: los secretos de la última aventura de Rico como carapintada
Fue en Monte Caseros, Corrientes, en el caluroso verano de 1988. Rico volvió a poner en jaque al gobierno de Alfonsín, trató de salvar su ya precaria carrera militar y que los carapintadas que lideraba no perdieran lo poco que habían logrado en la rebelión anterior, la de Semana Santa. Fue un fracaso y terminó preso
El más sangriento levantamiento carapintada y la decisión de Menem: “O se rinden o los bombardeamos”
El 3 de diciembre de 1990, un sector del Ejército liderado por Seineldín –que estaba detenido en Neuquén- se levantó en armas y logró tomar el Edificio Libertador y el Regimiento de Patricios, entre otras unidades. Los enfrentamientos duraron 20 horas y dejaron un saldo de 14 muertos, entre ellos 5 ciudadanos que viajaban en un colectivo y fue atropellado por un tanque
Rico, Alfonsín y la trama secreta del “Felices Pascuas, la casa está en orden”: a 35 años del alzamiento carapintada
El 16 de abril de 1987, el coronel Aldo Rico encabezó la sublevación militar contra el gobierno de Raúl Alfonsín. Aquí, un fragmento del libro “Felices Pascuas-Breve historia de los carapintadas” (Planeta), donde se narran los pormenores de la primera asonada que debió sortear la Democracia
La rendición de Aldo Rico en Monte Caseros: el triste y solitario final de la segunda rebelión Carapintada
El 18 de enero de 1988, después de permanecer acuartelado tres días en un regimiento correntino, Rico se rindió incondicionalmente ante las tropas leales al gobierno y la cúpula del Ejército. Lo que parecía una continuidad de los reclamos de Semana Santa de 1987 había sido simplemente un intento de resolver una interna militar. La impresionante foto que recorrió el mundo
Catorce muertos, un “traidor” y un suicidio: el sangriento alzamiento militar que selló el destino de los carapintadas
El 3 de diciembre de 1990, una rebelión encabezada por el coronel Seineldín intentó si no derrocar al entonces presidente Carlos Menem, forzar cambios en la conducción del Ejército e imponer sus propias condiciones a una sociedad que había vivido aterrada los anteriores alzamientos y veía ahora cómo los rebeldes sellaban a sangre y fuego sus pretensiones
“Felices Pascuas, la casa está en orden”: Alfonsín, Aldo Rico y las negociaciones secretas del levantamiento carapintada
El libro “Felices Pascuas-Breve historia de los carapintadas” (Planeta) se cuenta la trama oculta de la rebelión militar que mantuvo en vilo al país desde el 16 de abril de 1987. Aquí, fragmentos del capítulo 3 de la publicación que se hizo a los 30 años del hecho
Una historia desopilante en la rebelión carapintada: el general, José De Zer y los secretos del “pozo que habla”
El domingo 19 de abril de 1987, en medio de la máxima tensión, llegaron a Campo de Mayo, las tropas conducidas por el general Ernesto Alais cuya misión era poner fin al acuartelamiento de los sublevados bajo las órdenes de Aldo Rico. Alais se negaba a hablar con los periodistas. Sin embargo, un emisario suyo pidió por el periodista estrella de Nuevediario. El diálogo entre el militar y De Zer no fue sobre la sublevación sino sobre los detalles de un show televisivo con extraterrestres incluidos
El levantamiento carapintada que costó 13 vidas: a 30 años de la última sublevación militar en la Argentina
El 3 de diciembre de 1990 se produjo un pronunciamiento militar contra la democracia argentina. Fue impulsado por el coronel nacionalista Mohamed Alí Seineldín durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. El contexto sociopolítico, la relación entre militares y democracia desde 1983 y los pormenores del trágico alzamiento
48 horas en diciembre: del intento de golpe carapintada a la visita de Bush
La llegada del presidente norteamericano inmediatamente después del levantamiento representó un enorme respaldo para el gobierno argentino