Cuando los peluqueros eran dentistas: extracciones sin anestesia y el sangriento origen del cilindro que decora las peluquerías
En la Buenos Aires colonial había pocos médicos y menos dentistas. La ingrata tarea de extraer un diente la tenía el barbero, costumbre que venía del Viejo Mundo. Eran tiempos en que, con remedios caseros, el infortunado paciente debía someterse a la habilidad o no del profesional del peine y la tijera. Y sin anestesia