Repara torres y antenas a más de 70 metros de altura entre vientos, tormentas y el riesgo mortal de una caída
“Soy un bicho de altura desde muy chico”, confiesa Matías Guerra, torrista y antenista desde hace casi tres décadas. En sus inicios tuvo un único accidente, pero nunca quiso abandonar su vocación ni sus pasiones entre las nubes. En diálogo con Infobae, cuenta cómo es su trabajo, si es rentable, los protocolos de seguridad y los factores que son determinantes