Un kiosco de diarios, un lote de figuritas sin vender y cuatro hermanos: la familia italiana que creó el álbum del Mundial
Giuseppe era el gerente, Benito se encargaba de la distribución, Franco de la parte administrativa y Umberto creó la máquina que mezclaba y empaquetaba: juntos construyeron el imperio que lleva su apellido, Panini. Los inicios en un puesto de diarios de Módena, la visión para comprar figuritas sin vender de una empresa de Milán y la trayectoria de una compañía que en el Mundial de 2018 recaudó mil millones de dólares