Conocido simplemente como Sardá, este hospital es todo un modelo de referencia como maternidad pública al servicio de las familias. A través de sus ocho décadas de historia ha desarrollado e implementado un nuevo paradigma asistencial denominado "Maternidad Segura y Centrada en la Familia, con un enfoque intercultural".
Día tras día sus profesionales cumplen firmemente con la misión de ayudar y acompañar a la mujer a ejercer su derecho al cuidado integral de la salud. Allí se la ayuda a planificar su embarazo, cuidar del mismo y lograr un nacimiento y un puerperio seguros.
Para cumplir ese objetivo cuentan con un Centro de Lactancia Materna y Banco de Leche Humana que se convirtió en ejemplo en el mundo. Sus autoridades sostienen que la lactancia materna es una herramienta sanitaria de vital importancia para la reducción de la morbi-mortalidad infantil y neonatal. Cuando se trata de niños nacidos con riesgo, como es el caso de los prematuros o de aquellos que por diferentes patologías requieren internación en el Servicio de Neonatología, la lactancia adquiere una relevancia especial.
En circunstancias en que los lactantes requieren internación y, por diferentes razones, no pueden ser alimentados directamente desde el pecho de sus madres, el Centro de Lactancia Materna cumple la función de acompañar a las mujeres en el inicio de la lactancia, asegurando la alimentación con leche de la propia madre. Para ello su personal facilita la extracción, recolección y administración de leche materna en condiciones adecuadas.
Cuando la leche de la propia madre no está disponible parcial o totalmente, el Banco de Leche Humana cumple la función de asegurar la alimentación de los bebés prematuros o enfermos ingresados en la unidad neonatal con leche humana donada y pasteurizada.
El motor principal de este programa es la solidaridad de aquellas madres que amamantan y se convierten en donantes. El funcionamiento del Banco de Leche Humana es por demás sencillo: la leche donada por las madres ingresa al banco luego de pasar por algunos controles de calidad, continúa con un proceso de pasteurización y posteriormente atraviesa un proceso de congelado. Una vez que los controles indican que es apta, queda disponible para su posterior distribución en la unidad neonatal.
Por brindar este servicio solidario, el Hospital Sardá ha sido acreditado por UNICEF y por la Organización Mundial de la Salud como "Hospital Amigo de la Madre y el Niño". Todo un orgullo para los argentinos y una bendición para nuestras madres.
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