Siempre rodeado de colaboradores, bellas modelos y amigos. También de fotógrafos que lo siguen a cada paso. Todos sus desfiles y presentaciones dejan una marca en el mundo de la moda.
Así es Dotto, un empresario obsesivo siempre pendiente de todos los detalles. Un cazador de talentos que durante años recorrió la Argentina buscando y hallando diamantes en bruto. Fue él quien supo ver antes que nadie el potencial de mujeres como "Pampita" Ardohain, Nicole Neumann, Dolores Barreiro, Valeria Mazza, Carolina Peleritti, Araceli González, Deborah del Corral, entre otras. Todas ellas lograron hacer una carrera en el mundo.
Hoy nos encontramos con un Pancho más reflexivo, ya no tan pendiente de su agenda, que valora el camino recorrido por haber podido tender un camino solidario: "Cada vez que hice algo importante, en cuanto a desfiles, siempre busqué que hubiese alguna causa social para que la gente contribuyera. Eso muchas veces lo tenía que exagerar para visibilizarlo. Siempre quise que a mis eventos la gente trajera juguetes o plata para darle a quien lo necesitara", señala Dotto.
Dotto: “Cada vez que hice algo importante, en cuanto a desfiles, siempre busqué que hubiese alguna causa social para que la gente contribuyera”
Una de las actividades solidarias que más disfrutó y a la que más voluntad y corazón le puso fue sin dudas al Rally de las Princesas, una competencia única en Latinoamérica declarada de interés turístico por el gobierno de Entre Ríos, su provincia natal. La carrera está inspirada en el Rallye des Princesses, que en Francia recorre todos los años la zona de la Costa Azul. En la versión argentina, los binomios se componían de bellas y famosas modelos a las que Dotto convocaba con cierta facilidad.
El gran objetivo solidario que tuvo la competencia fue ayudar a la Fundación Crisálida, una institución dedicada a facilitar cuidados paliativos pediátricos. Con la recaudación del rally organizado por Pancho esta organización pudo construir la sala de oncología. En Entre Ríos no había oncólogos pediatras y los chicos de la provincia tenían que viajar al Hospital de Pediatría Garrahan, en la ciudad de Buenos Aires, para hacerse atender y recibir tratamiento de quimioterapia.
El “Rally de las Princesas” fue una de las actividades solidarias que más disfrutó ya que sirvió para ayudar a pacientes pediátricos que necesitaban cuidados paliativos
Los aportes de la carrera, más lo que sumaron las donaciones y lo recaudado en subastas de obras de artes sirvieron para que los niños no viajaran más y se pudieran quedar en su provincia. La sociedad entre la Fundación con el Rally de las Princesas fue un éxito comercial y solidario. Pancho Dotto, que desde ese momento se puso la camiseta de Crisálida le dio tal impulso, que la institución lo nombró padrino.
"Cuando me tocó comprometerme con esa entidad, la verdad es que lo hice con toda mi alma. La enfermedad o la pérdida de un chiquito es algo muy doloroso y yo me enfoqué. La gente me veía hablar mucho más de Crisálida que de la carrera", culmina Dotto, el buscador de diamantes en bruto que también sabe obtener recursos de una actividad caracterizada como frívola, siempre que el objetivo lo merezca.
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